Luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: «Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia.»
Anunciado por los profetas Anunciado por Juan el Bautista Anunciado por Jesús Ejemplificado Su proclamación Exigencias Obstáculos para el cumplimiento del reino Los discípulos deben proclamarlo con acciones y fe En los Hechos de los apóstoles En las cartas Culminación (al final de los tiempos)
Véase Reino de Dios en el Índice temático.