HECHOS 6
6
Elección de los siete diáconos#6.1-7 Tradicionalmente, estos siete han sido llamados diáconos (véanse Flp 1.1 nota e e Índice temático). Sin embargo, las actividades de Esteban y de Felipe sobrepasaron las funciones asociadas con este oficio.
1En aquel tiempo, como el número de los creyentes#6.1 Creyentes: lit. discípulos (en Hch, este término se aplica con frecuencia a los cristianos en general). iba aumentando, los de habla griega#6.1 Los de habla griega: judíos (cristianos, en este caso) que hablaban griego; se les llamaba helenistas, y habían adoptado ciertas costumbres griegas. comenzaron a quejarse de los de habla hebrea,#6.1 Los de habla hebrea: judíos que hablaban hebreo (o arameo) y que conservaban sus costumbres judías (cf. Hch 21.20). diciendo que las viudas griegas no eran bien atendidas en la distribución diaria de auxilios. 2Los doce apóstoles reunieron a todos los creyentes y les dijeron:
–No está bien que nosotros dejemos de anunciar el mensaje de Dios para dedicarnos a la administración. 3Por eso, hermanos, buscad entre vosotros siete hombres de confianza, entendidos y llenos del Espíritu Santo, para que les encarguemos estos trabajos. 4Nosotros seguiremos orando y proclamando el mensaje de Dios.
5Todos estuvieron de acuerdo, y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe,#6.5 En Hch tenemos otras noticias respecto a Esteban (Hch 6.8–7.60) y Felipe (Hch 8.4-13,26-40; 21.8-9), a quien no debe confundirse con Felipe el apóstol, que era uno de los doce. Esteban, a juzgar por su discurso del cap. 7, era helenista. a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, uno de Antioquía#6.5 Antioquía: de Siria; véase Hch 11.19 n. que antes se había convertido al judaísmo. 6Luego los presentaron a los apóstoles, que oraron y les impusieron las manos.#6.6 Impusieron las manos: En Hch, la imposición de manos se menciona en diversas circunstancias: al conferir autoridad para un cargo, como en este caso (cf. también Nm 27.23; 1 Ti 4.14), para comunicar el don del Espíritu Santo (Hch 8.17; 19.5-6), para el envío a una misión (Hch 13.3), y para la curación de los enfermos (Hch 9.12,17; 28.8).
7El mensaje de Dios iba extendiéndose, y el número de los creyentes aumentaba mucho en Jerusalén. Incluso muchos sacerdotes judíos aceptaban la fe.
Arresto de Esteban
8Esteban, lleno del poder y el favor de Dios, hacía milagros y señales entre el pueblo.#6.8 Esteban: primer mártir cristiano (Hch 7.54-60). Este, como Jesús, hacía milagros y señales, y fue también acusado de hablar contra Dios y contra el templo (vs. 13-14). Sus palabras finales (Hch 7.59-60) también recuerdan las de Jesús. 9Algunos de la sinagoga llamada de los Esclavos Libertos, junto con algunos de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de la provincia de Asia,#6.9 Esclavos Libertos: esclavos judíos a quienes se había concedido la libertad; muchos de estos, que habían regresado de otros países, eran helenistas (véase 6.1 nota c). comenzaron a discutir con Esteban; 10pero no podían hacerle frente, porque hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo. 11Pagaron entonces a unos hombres para que afirmasen que le habían oído decir palabras ofensivas contra Moisés y contra Dios.#6.11 Cf. Mt 26.65; Mc 14.64. 12De este modo alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la ley; y atacaron a Esteban, lo apresaron y lo llevaron ante la Junta Suprema. 13Además presentaron testigos falsos, que dijeron:
–Este hombre no deja de lanzar insultos contra este santo templo y contra la ley. 14Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret va a destruir el templo y va a cambiar las costumbres que nos dejó Moisés.#6.13-14 Cf. Mt 26.59-61; Mc 14.57-58, donde se dice que Jesús fue acusado de cargos similares ante la misma Junta Suprema.
15Todos los miembros de la Junta Suprema fijaron la vista en Esteban y vieron que su rostro era como el de un ángel.
Currently Selected:
HECHOS 6: DHHED
Highlight
Share
Copy
Want to have your highlights saved across all your devices? Sign up or sign in
Dios Habla Hoy (DHH) versión española Copyright © Sociedad Bíblica de España, 1992 Utilizada con permiso