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JUDIT 16

16
1¡Entonen un canto a mi Dios,
háganlo al son de panderos,
canten con címbalos al Señor!
¡Ofrézcanle un salmo de alabanza,
exalten e invoquen su nombre!#Sal 150,4-5.
2Porque el Señor es un Dios
que pone fin a las guerras#16,2: que pone fin a las guerras: Ver nota a 9,7..
Dispuso su campamento en medio del pueblo,
y me ha librado del poder de mis perseguidores.#9,7; Sal 46,10.
3De las montañas del norte vino Asiria
con un ejército innumerable:
una muchedumbre que obstruía los valles
con los caballos cubriendo las colinas.
4Amenazó con incendiar mi territorio,
con exterminar a mis jóvenes a filo de espada
y estrellar contra el suelo a mis niños de pecho;
con arrebatar a mis pequeños
y raptar a mis muchachas.#Os 14,1.
5¡Pero el Señor todopoderoso
se valió de una mujer
para desbaratar sus planes!
6No abatieron jóvenes guerreros a su campeón,
no lo destruyeron los hijos de titanes
ni enormes gigantes#16,6: titanes: Los titanes pertenecen a la mitología griega según la cual son hijos de Urano (el cielo) y de Gea (la tierra). En la Biblia griega solo aparecen como locativo en 2 Sm 5,18.22.— gigantes: Los gigantes aparecen en la Biblia como seres mitológicos superiores a los seres humanos en Gn 6,4-1; pero más frecuentemente son mencionados como hombres dotados de estatura y fuerza excepcionales (ver Nm 13,32-33; Dt 1,28; 2,10.20.; 3,11; 2 Sm 21,16-22). cayeron sobre él.
¡Fue Judit, hija de Merarí,
quien lo venció con la belleza de su rostro!
7Se despojó del luto de su viudez
para exaltar a los afligidos de Israel.
Ungió su rostro con perfumes,
8se adornó el cabello con una diadema
y sedujo al enemigo ataviada con lino.
9Sus sandalias le deslumbraron los ojos
y su belleza le cautivó el alma;
¡pero la espada le cortó la cabeza!
10Los persas se estremecieron ante su audacia
y los medos#16,10: los medos: Un anacronismo más de los muchos que el autor introduce a lo largo de la obra. Históricamente los medos, aliados con los babilonios, tomaron la ciudad de Nínive en el 612 a. C. temblaron ante su temeridad.
11Clamó entonces mi pueblo humillado,
y ellos quedaron aterrados;
gritó mi pueblo débil,
y ellos se llenaron de espanto;
alzó mi pueblo la voz,
y ellos se dieron a la fuga.
12Hijos de débiles mujeres los traspasaron:
los hirieron como a esclavos desertores,
¡y murieron en la batalla de mi Señor!
13Cantaré a mi Dios un cántico nuevo#16,13: un cántico nuevo: En esta segunda parte del himno se da un giro temático y Judit va a pasar de los motivos históricos a los cósmicos. Con ello el autor trata de subrayar el conflicto entre dos señoríos que pretenden ser universales: el señorío de la fuerza, conquistador y tiránico, representado por Nabucodonosor, frente al señorío liberador que actúa a través de la debilidad, representado por el Dios de Judit.:
¡Cuán grande y glorioso eres, Señor;
admirable e invencible es tu poder!#Sal 33,3.6-9; 144,9; 148,5.
14Que todas las criaturas estén a tu servicio,
pues tú hablaste y existieron,
mandaste tu aliento y se formaron.
¡Nada puede oponerse a tu voz!
15Desde sus cimientos
se estremecen los montes y las aguas;
como cera se fundirán los montes ante ti;
pero tú siempre te muestras propicio
con aquellos que te honran.#Sal 97,5; Mi 1,4.
16Poco valen los sacrificios de agradable aroma,
y menos aún la grasa que ante ti se quema en holocausto;
pero quien honra al Señor, será grande para siempre.#Sal 51,18-19; Eclo 25,10-11; 34,13-15.
17¡Ay de las naciones que se alzan contra mi raza!
El Señor todopoderoso las condenará en el día del juicio,
pondrá en sus carnes fuego y gusanos
y llorarán de dolor eternamente.#Is 66,24; Eclo 7,17.
Conclusión
18En cuanto llegaron a Jerusalén adoraron a Dios; y una vez purificado el pueblo ofrecieron holocaustos, ofrendas votivas y dones voluntarios. 19Judit consagró a Dios todo lo que había pertenecido a Holofernes y que el pueblo le había regalado, incluso el dosel que ella misma había desprendido del lecho de Holofernes. 20El pueblo pasó tres meses haciendo fiesta en Jerusalén, frente al Templo, y Judit permaneció con ellos.
21Pasado ese tiempo cada cual volvió a su heredad; Judit, por su parte, regresó a Betulia donde siguió administrando sus propiedades. Durante toda su vida, fue famosa en el país. 22Hubo muchos que la pretendieron, pero ella nunca quiso volver a casarse después que Manasés, su esposo, murió y fue a reunirse con sus antepasados. 23La fama de Judit fue aumentando de día en día; y vivió en la casa de su esposo hasta la edad de ciento cinco años#16,23: ciento cinco años: Una vida larga como signo de la bendición de Dios a los justos. De esta forma Judit entra a formar parte del grupo de las matriarcas de Israel.. Dio la libertad a su sierva y murió en Betulia, donde fue enterrada en la misma sepultura de su esposo Manasés. 24Los israelitas guardaron luto por ella durante siete días. Antes de morir, distribuyó sus bienes entre todos los parientes, tanto los de su esposo Manasés como los de su propia familia.#Dt 34,8; 2 Cr 35,24; 1 Ma 9,20. 25Mientras vivió Judit, y por mucho tiempo después de su muerte, nadie volvió a atemorizar a los israelitas#16,25: nadie volvió a atemorizar a los israelitas: El libro termina al estilo del libro de los Jueces..

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JUDIT 16: BHTI

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