Àwọn Ẹsẹ Bíbélì Tí Ọ̀pọ̀ Èèyàn Mọ Génesis 43

Pín

Entonces el siervo les dijo: —Cálmense. No se asusten. Su Dios, el Dios de su papá, les debe haber metido el dinero en sus costales. Yo mismo recibí su dinero la vez pasada. Luego el siervo trajo a Simeón ante ellos.

Al ver a su hermano, José sintió ganas de llorar. Entonces se fue rápidamente, se metió en su cuarto y allí se puso a llorar.