Àwọn Ẹsẹ Bíbélì Tí Ọ̀pọ̀ Èèyàn Mọ Génesis 21

Pín

El Señor visitó a Sara y actuó en ella tal y como se lo había prometido.

Pero Dios oyó la voz del niño. Entonces el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No tengas miedo, que Dios ha oído la voz del niño ahí donde está. Vamos, levanta al niño y sosténlo de la mano, porque yo haré de él una gran nación.»

Y Sara concibió y le dio un hijo a Abrahán en su vejez, en el tiempo preciso que Dios le había anunciado.

Sara dijo entonces: «Dios me ha hecho reír, y todo el que lo sepa se reirá conmigo.»

Pero Dios le dijo a Abrahán: «No te preocupes demasiado por causa del niño ni de tu sierva. Hazle caso a Sara en todo lo que te diga, pues por medio de Isaac te vendrá descendencia

aunque también del hijo de la sierva haré una nación, porque es descendiente tuyo.»