Completed in 1986 by a team of Latin American evangelical Bible scholars, La Biblia de las Américas (LBLA) is an original work translated from the Hebrew-Aramaic and Greek directly into modern Spanish. The LBLA presents the Word of God in a clear and flowing style while maintaining accuracy. Following the same principles of translation set for the NASB, the LBLA is understandable to the general public and also suitable for serious study.

LBLA Audio NT

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 <div class="chapter ch3" data-usfm="PHP.3">
 <div class="label">3</div><div class="s"> El valor infinito de conocer a Cristo</div><div class="p"> 1Por lo dem&#225;s, hermanos m&#237;os, regocijaos en el Se&#241;or. A m&#237; no me es molesto escribiros otra vez lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad. 2Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisi&#243;n#3:2 Lit., de la mutilaci&#243;n; (gr., katatom&#233;); 3porque nosotros somos la verdadera circuncisi&#243;n#3:3 Lit., el cortamiento; (gr., peritom&#233;), que adoramos en el Esp&#237;ritu de Dios#3:3 O, adoramos a Dios en esp&#237;ritu y nos gloriamos en Cristo Jes&#250;s, no poniendo la confianza en la carne, 4aunque yo mismo podr&#237;a confiar#3:4 Lit., tener confianza tambi&#233;n en la carne. Si alg&#250;n otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho m&#225;s: 5circuncidado el octavo d&#237;a, del linaje de Israel, de la tribu de Benjam&#237;n, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; 6en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de#3:6 Lit., en la ley, hallado irreprensible. 7Pero todo lo que para m&#237; era ganancia, lo he estimado como p&#233;rdida por amor de Cristo. 8Y a&#250;n m&#225;s, yo estimo como p&#233;rdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a#3:8 Lit., del conocimiento de Cristo Jes&#250;s, mi Se&#241;or, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, 9y ser hallado en &#201;l, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, 10y conocerle a &#201;l, el poder de su resurrecci&#243;n y la participaci&#243;n en sus padecimientos, llegando a ser como &#201;l en su muerte#3:10 Lit., conformado a su muerte, 11a fin de llegar#3:11 Lit., si de alguna manera llegue a la resurrecci&#243;n de entre los muertos. 12No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder#3:12 Lit., por si acaso pudiera alcanzar aquello para lo cual tambi&#233;n#3:12 O, porque tambi&#233;n fui alcanzado por Cristo Jes&#250;s. 13Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atr&#225;s y extendi&#233;ndome a lo que est&#225; delante, 14prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jes&#250;s. 15As&#237; que todos los que somos perfectos#3:15 O, maduros, tengamos esta misma actitud; y si en algo ten&#233;is una actitud distinta, eso tambi&#233;n os lo revelar&#225; Dios; 16sin embargo, continuemos viviendo#3:16 Lit., siguiendo en l&#237;nea seg&#250;n la misma norma que hemos alcanzado.</div><div class="s"> La ciudadan&#237;a celestial</div><div class="p"> 17Hermanos, sed imitadores m&#237;os, y observad a los que andan seg&#250;n el ejemplo que ten&#233;is en nosotros. 18Porque muchos andan como#3:18 Lit., los cuales os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, 19cuyo fin es perdici&#243;n, cuyo dios es su apetito#3:19 Lit., vientre y cuya gloria est&#225; en su verg&#252;enza, los cuales piensan solo en las cosas terrenales. 20Porque nuestra ciudadan&#237;a#3:20 O, patria, lit., comunidad est&#225; en los cielos, de donde tambi&#233;n ansiosamente esperamos a un Salvador, el Se&#241;or Jesucristo, 21el cual transformar&#225; el cuerpo de nuestro estado de humillaci&#243;n#3:21 O, nuestro humilde cuerpo en conformidad al cuerpo de su gloria#3:21 O, su cuerpo glorioso, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a s&#237; mismo.</div>
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1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Por lo demás, hermanos míos, regocijaos en el Señor. A mí no me es molesto escribiros otra vez lo mismo, y para vosotros es motivo de seguridad. Cuidaos de los perros, cuidaos de los malos obreros, cuidaos de la falsa circuncisión; porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne, aunque yo mismo podría confiar también en la carne. Si algún otro cree tener motivo para confiar en la carne, yo mucho más: circuncidado el octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible. Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y aún más, yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor, por quien lo he perdido todo, y lo considero como basura a fin de ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, y conocerle a Él, el poder de su resurrección y la participación en sus padecimientos, llegando a ser como Él en su muerte, a fin de llegar a la resurrección de entre los muertos. No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo revelará Dios; sin embargo, continuemos viviendo según la misma norma que hemos alcanzado.

Hermanos, sed imitadores míos, y observad a los que andan según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo, cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan solo en las cosas terrenales. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a sí mismo.

Feti si Filipenses 3