Completed in 1986 by a team of Latin American evangelical Bible scholars, La Biblia de las Américas (LBLA) is an original work translated from the Hebrew-Aramaic and Greek directly into modern Spanish. The LBLA presents the Word of God in a clear and flowing style while maintaining accuracy. Following the same principles of translation set for the NASB, the LBLA is understandable to the general public and also suitable for serious study.

LBLA Audio NT

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 <div class="book bk1TH">
 <div class="chapter ch2" data-usfm="1TH.2">
 <div class="label">2</div><div class="s"> Comportamiento de Pablo como ministro de Jesucristo</div><div class="p"> 1Porque vosotros mismos sab&#233;is, hermanos, que nuestra visita#2:1 Lit., entrada a vosotros no fue en vano, 2sino que despu&#233;s de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sab&#233;is, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposici&#243;n#2:2 O, lucha, o, mucho conflicto. 3Pues nuestra exhortaci&#243;n no procede de error ni de impureza ni es con enga&#241;o; 4sino que as&#237; como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, as&#237; hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina#2:4 O, aprueba nuestros corazones. 5Porque como sab&#233;is, nunca fuimos#2:5 Lit., nos presentamos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo, 6ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como ap&#243;stoles de Cristo hubi&#233;ramos podido imponer nuestra autoridad#2:6 O, ser carga. 7M&#225;s bien demostramos ser#2:7 Lit., nos hicimos benignos#2:7 Algunos mss. antiguos dicen: ni&#241;os entre#2:7 Lit., en medio de vosotros, como una madre que cr&#237;a con ternura a sus propios hijos. 8Teniendo as&#237; un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no solo el evangelio de Dios, sino tambi&#233;n nuestras propias vidas#2:8 O, almas, pues llegasteis a sernos muy amados. 9Porque record&#225;is, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, c&#243;mo, trabajando de d&#237;a y de noche para no ser carga a ninguno de vosotros, os proclamamos el evangelio de Dios. 10Vosotros sois testigos, y tambi&#233;n Dios, de cu&#225;n santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos#2:10 Lit., hicimos con vosotros los creyentes; 11as&#237; como sab&#233;is de qu&#233; manera os exhort&#225;bamos, alent&#225;bamos e implor&#225;bamos#2:11 O, testific&#225;bamos a cada uno de vosotros, como un padre lo har&#237;a con sus propios hijos, 12para que anduvierais como es digno del Dios que os ha llamado#2:12 O, llama a su reino y a su gloria.</div><div class="s"> Pablo da gracias por los tesalonicenses</div><div class="p"> 13Por esto tambi&#233;n nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibisteis la palabra de Dios, que o&#237;steis de nosotros la aceptasteis no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual tambi&#233;n hace su obra en vosotros los que cre&#233;is. 14Pues vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jes&#250;s que est&#225;n en Judea, porque tambi&#233;n vosotros padecisteis los mismos sufrimientos a manos de vuestros propios compatriotas, tal como ellos padecieron a manos de los jud&#237;os, 15los cuales mataron tanto al Se&#241;or Jes&#250;s como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron#2:15 O, nos persiguieron, y no agradan a Dios sino que#2:15 Lit., y son contrarios a todos los hombres, 16impidi&#233;ndonos#2:16 O, tratando de impedirnos; lit., prohibi&#233;ndonos hablar a los gentiles para que se salven, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados. Pero la ira ha venido sobre ellos hasta el extremo#2:16 O, para siempre, o, del todo.</div><div class="p"> 17Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo#2:17 Lit., por espacio de una hora, en persona#2:17 Lit., rostro pero no en esp&#237;ritu#2:17 Lit., coraz&#243;n, est&#225;bamos muy ansiosos, con profundo deseo de ver vuestro rostro. 18Ya que quer&#237;amos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, m&#225;s de una vez#2:18 Lit., tanto una vez como dos) pero Satan&#225;s nos lo ha impedido. 19Porque &#191;qui&#233;n es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? &#191;No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Se&#241;or Jes&#250;s en su venida#2:19 O, presencia? 20Pues vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo.</div>
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1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no fue en vano, sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como sabéis, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablaros el evangelio de Dios en medio de mucha oposición. Pues nuestra exhortación no procede de error ni de impureza ni es con engaño; sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones. Porque como sabéis, nunca fuimos a vosotros con palabras lisonjeras, ni con pretexto para lucrar, Dios es testigo, ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad. Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no solo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados. Porque recordáis, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo, trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de vosotros, os proclamamos el evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y también Dios, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes; así como sabéis de qué manera os exhortábamos, alentábamos e implorábamos a cada uno de vosotros, como un padre lo haría con sus propios hijos, para que anduvierais como es digno del Dios que os ha llamado a su reino y a su gloria.

Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibisteis la palabra de Dios, que oísteis de nosotros la aceptasteis no como la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en vosotros los que creéis. Pues vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea, porque también vosotros padecisteis los mismos sufrimientos a manos de vuestros propios compatriotas, tal como ellos padecieron a manos de los judíos, los cuales mataron tanto al Señor Jesús como a los profetas, y a nosotros nos expulsaron, y no agradan a Dios sino que son contrarios a todos los hombres, impidiéndonos hablar a los gentiles para que se salven, con el resultado de que siempre llenan la medida de sus pecados. Pero la ira ha venido sobre ellos hasta el extremo.
Pero nosotros, hermanos, separados de vosotros por breve tiempo, en persona pero no en espíritu, estábamos muy ansiosos, con profundo deseo de ver vuestro rostro. Ya que queríamos ir a vosotros (al menos yo, Pablo, más de una vez) pero Satanás nos lo ha impedido. Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo sois vosotros en la presencia de nuestro Señor Jesús en su venida? Pues vosotros sois nuestra gloria y nuestro gozo.

Feti si 1 Tesalonicenses 2