Unos a otrosНамуна

Dios creó las relaciones - No es bueno que el ser humano esté solo

La tendencia y moda de nuestra era, es querer hacer todo a solas. Si piensas en los superhéroes a los que admiramos, desde Iron Man hasta Elsa (de Frozen), todos son personas autosuficientes que no necesitan a nadie más.

Sin embargo, este nunca fue el plan de Dios.

Desde el principio Dios quiso que viviéramos en comunión unos con otros y que nuestra fe fuese experimentada y transmitida en comunidad.

En español “unos a otros” son tres palabras, pero en griego es solo una, ἀλλήλων (Allélón). En la Biblia hay más de cien pasajes con esta palabra.

La expresión “unos a otros” tiene el propósito de edificar comunidad y relaciones. Dios nos creó para estar en relación, no solo con Él, sino también los unos con los otros en armonía y amistad.

Si vemos el pasaje de hoy, leemos que cuando Dios creó al hombre, durmió a Adán para crear desde su costado una esposa porque no era bueno que estuviese solo. De una manera parecida, cuando Jesús murió en la cruz, gracias a las llagas de Su costado, nació su esposa: la Iglesia.

No solo quiso una esposa, si no que nos modeló una vida de comunión al escoger doce discípulos, dándonos instrucciones de cómo tratarnos unos a otros y mostrándonos Su dependencia constante del Padre.

En estas semanas de ayuno, el enfoque va a estar en adquirir el corazón y la perspectiva de Dios al estudiar diferentes versículos que nos llevan a servir y a amarnos los unos a los otros.

¿Cómo puedes aplicar esta enseñanza a tu vida?

• Piensa de qué maneras puedes mostrar amor a otros.
• Pide que Dios te ayude a crecer en las relaciones humanas.

Petición de Oración:

• Apunta diez nombres de personas que necesitan la salvación y ora por ellos todos los días del ayuno.

Salmo del día

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? ¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad!

Salmo 8:3-5