Descubre Tu Propósitoਨਮੂਨਾ

Para poder descubrir tu propósito debes afirmar tu identidad.

Dios no puede bendecir quien tú finges ser, Jacob era un engañador, un timador, un embustero, un impostor, pasó mucho tiempo de su vida atrapado por las malas decisiones y exilado a un caos de consecuencias. Pero aún así Dios lo llamó y lo escogió, incluso lo bendijo, y Jacob terminó desempeñando un papel principal en el plan de Dios de redimir al mundo. Somos como Jacob en muchos aspectos, no tanto por lo importantes en la trama humana si no por lo descalificados ante el ojo humano y lo valiosos y amados a los ojos de Dios.

A veces somos como Jacob, fingiendo ser alguien que no somos. Por avergonzarnos de quienes somos pensamos que nuestras debilidades son el problema y la solución es fingir hasta lograrlo. Pero, Dios no puede bendecir a alguien que no soy; Él anhela bendecirnos a nosotros al verdadero yo, con nuestros altibajos, con nuestros pros y contras. El único calificador es Dios, Jacob era un ejemplo de la confusión y complicaciones que producen las debilidades y la falta de identidad, pero también de alguien que a pesar de estas, miró más allá, confío en Dios y sobrepasó las descalificaciones. Dios usa las debilidades, Él nos llama, nos equipa y nos capacita. Él mismo nos abre las puertas cuando somos sinceros.