Una Llamada a Diosਨਮੂਨਾ

Recuerdo cuando era niña que mi madre nos decía a mis hermanos y a mí que Dios tenía teléfono, algo que nos causaba curiosidad porque queríamos literalmente hablar con Él (hoy me sonrío por ello). Pero a la larga nos dio el número y siempre que teníamos alguna situación difícil nos decía que fuésemos a Dios: Jeremías 33:3.

Seguramente habrán muchas veces que desearíamos poder marcar literal un número para hablar con Dios… y en un mundo tan conectado hoy, poder mandarle un WhatsApp.

Pero saben, Dios es tradicional, con Él es cara a cara, es literal llamarlo en ese espacio donde no se trata sólo de conectar sino de sentir Su presencia, dónde Él enseña, dónde Él da Su paz, dónde Él nos da seguridad, dónde Él consuela, dónde Él nos fortalece.

Hoy, al igual que hizo mi madre, te dejo Su número (Jeremías 33:3) para que marques tu oración con convicción, con consciencia, con fe, con atención. Porque Dios dice, que cuando clamamos a Él:

• Él responderá.
• Nos enseñará/revelará cosas grandes y ocultas que no conocemos.

Por eso te desafío a que no ignores llamar a Dios, que saques el tiempo de calidad con Él. Dios es exclusivo, Él no se mueve en el mundo conectado de hoy, Él se mueve en esa oración, en esa llamada de clamor directo.

En este momento Dios está disponible a recibir tu llamada, y esta es la señal para que cerrada tu puerta, ores a tu Padre que está en los cielos.

Recuerda: Dios está en línea 24/7.

Buen día.

Bendiciones.