¡Sé tú!*ਨਮੂਨਾ

Sé tú* (Parte 4)

La cultura moderna está obsesionada con la frase: “Sé tú”. De alguna manera, estas voces culturales están en lo cierto, ya que Dios nos diseñó de forma única y nos dotó individualmente (Leer Romanos 12:4-6). Pero para ser minucioso y bíblico, sería mejor decir: “¡Sé tú!”* No olvides el asterisco. No olvides los términos y condiciones que Dios aplica.

A veces le pregunto a mi hija: ¿Maya, piensas que es bueno seguir tu corazón? Ella sonríe y dice: ¿Qué pasa si mi corazón quiere golpearte en la cara? ¡Ah! Ella está señalando que algunas veces lo que está dentro de nosotros no es bueno o desinteresado o correcto con Jesús. Si alguna vez has estado mal, nunca cambiaste tu mente acerca de algo, o nunca sentiste miedo cuando no había nada que temer, ya sabes que ser fiel a lo que sientes/quieres/deseas/piensas no es la mejor manera de vivir la vida. Se deben aplicar términos y condiciones.

El Apóstol Pablo escribió: “Y no adopten las costumbres de este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente, para que comprueben cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, agradable y perfecto” (Romanos 12:2). Este es un resumen sencillo del asterisco. Sé tú…tanto como sigas “la buena, agradable y perfecta voluntad” de Dios.

A Dios le importan tus pasiones, fortalezas y deseos. Si primero los filtras a través de las Escrituras, terminarás siendo la persona que Dios quiere que seas, transformado por la Palabra en lugar de estar de acuerdo con el mundo. Esto es lo que significa: “¡Sé tú mismo!".