Un viaje a través de Lucas y Hechosਨਮੂਨਾ

En esta sección, Lucas nos enseña que el trágico asesinato de Esteban no puede detener el movimiento de Jesús. De hecho, la persecución tiene como efecto la dispersión de muchos discípulos fuera de Jerusalén en las regiones de Judea y Samaria, que no eran judías. Cuando los discípulos se trasladan de un lugar a otro, llevan consigo el mensaje del Reino de Dios, justo como Jesús les ordenó. Los discípulos proclaman la historia de Jesús y las personas se liberan y sanan milagrosamente. Un famoso mago reconoce que el poder de Dios es mayor que el suyo y un funcionario de la corte de la reina de Etiopía se bautiza. El Reino se está extendiendo y nada puede derribar el plan de Dios, ni siquiera un hombre llamado Saulo, un líder religioso que saca a los seguidores de Jesús fuera de sus casas para arrestarlos.

Mientras Saulo viaja a Damasco en busca de más discípulos para encarcelar, se detiene por una luz cegadora y una voz que proviene del cielo. Es el mismo Jesús resucitado preguntándole a Saulo por qué está peleando contra él. Este encuentro y las maravillosas señales posteriores cambian radicalmente la opinión de Saulo sobre quién es Jesús en realidad. Los planes de Saulo son dados vuelta: puestos al revés. En lugar de perseguir a los seguidores de Jesús en Damasco, Saulo se convierte en uno de ellos e inmediatamente empieza a proclamar a Jesús como el Hijo de Dios.