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Necesito Tu Amor 

«Jesús tú eres la razón, no necesito algo más, solo tu amor, solo tu amor» 

— Necesito Tu Amor, Young & Free  

«Así manifestó Dios su amor entre nosotros: en que envió a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados. Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto jamás a Dios, pero, si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece entre nosotros, y entre nosotros su amor se ha manifestado plenamente.» –– 1 Juan 4:9-12 (NVI)  

Todos estamos buscando algo. Buscamos satisfacción, buscamos plenitud, buscamos felicidad, buscamos cualquier cosa que nos haga sentir bien, como por ejemplo los “me gusta” en Instagram o consumir series de televisión. A menudo en nuestra búsqueda, comenzamos a tener comportamientos o actitudes que son dañinos no solo para nosotros mismos y para quienes nos rodean, sino también para nuestra relación con Dios (Gálatas 5:17). Cualquier intento de hacer nuestra vida lejos de Dios nos deja vacíos e insatisfechos. En ese momento, retomamos la búsqueda.  

Sin embargo, cuando llenamos nuestras vidas con el amor de Dios y nos apoyamos en ese amor, somos satisfechos de verdad. La realidad es que Dios fue Aquel que nos encontró primero y Él conoce lo que necesitamos incluso antes de que nosotros comencemos nuestra búsqueda. El amor de Dios es la única cosa que puede llenarnos y satisfacernos completamente.  

1 Juan 4:10 define lo que el amor es para nosotros: que Él (Dios) haya enviado Su Hijo para pagar por el precio de nuestros pecados. Necesitamos el amor de Dios porque no somos perfectos, y el amor de Dios nos rescata de nuestra imperfección y nos transforma para ser más cómo Él. El amor de Dios nos lleva a la plenitud y podemos finalizar nuestra búsqueda sabiendo que seremos satisfechos en el amor de Dios.  

Reflexión: 

1. ¿He dejado que el amor de Dios me llene hoy?  

2. ¿Han habido tiempos en los que he dado por sentado el amor de Dios?  

3. ¿De qué manera voy a apoyarme en el amor de Dios hoy? 

Acción: 

Pide al Espíritu Santo por una nueva revelación de Su amor cuando ores hoy.