<div class="version vid149 iso6393spa" data-vid="149" data-iso6393="spa">
 <div class="book bkPRO">
 <div class="chapter chINTRO1" data-usfm="PRO.INTRO1">
 <div class="imt1">PROVERBIOS</div><div class="imt3">INTRODUCCI&#211;N</div><div class="is1">El libro</div><div class="ip">El libro de los Proverbios (Pr) pertenece al grupo de los denominados gen&#233;ricamente &#171;po&#233;ticos y sapienciales&#187;. (V&#233;ase Introducci&#243;n a los Libros Po&#233;ticos y Sapienciales.) Consta de una serie de colecciones que, en forma de m&#225;ximas, refranes, dichos y poemas, transmiten la antigua herencia de la sabidur&#237;a de Israel. El contenido, en su conjunto, est&#225; encabezado por el t&#237;tulo &#171;Los proverbios de Salom&#243;n, hijo de David, rey de Israel&#187; (1.1), raz&#243;n por la cual la obra completa se ha atribuido a menudo a aquel monarca, c&#233;lebre por su sabidur&#237;a y autor de tres mil proverbios y mil cinco cantares (1 R. 4.29-34).</div><div class="ip">En efecto, una lectura atenta del libro pone pronto de relieve la complejidad de su composici&#243;n, que es mayor de lo que pudiera apreciarse a primera vista. Aparte de Salom&#243;n, se cita como autores o recopiladores de dichos y sentencias a Agur hijo de Jaqu&#233; (30.1) y al rey Lemuel (31.1), ambos, seg&#250;n se cree, oriundos de la tribu Massa, descendientes de Ismael (Gn. 25.14). En tres ocasiones se especifica que Salom&#243;n es autor de los proverbios que siguen (1.1; 10.1; 25.1); en otras dos se atribuyen a &#171;los sabios&#187; (22.17; 24.23), y en una se menciona la colaboraci&#243;n de los copistas al servicio de Ezequ&#237;as, rey de Jud&#225; (25.1).</div><div class="is1">Los proverbios y la sabidur&#237;a popular</div><div class="ip">La historia de todos los pueblos est&#225; plagada de hechos y acontecimientos en los que siempre el ser humano ha tratado de comprender las claves de su propia realidad y su relaci&#243;n con el mundo que lo rodea, y de adoptar los comportamientos id&#243;neos para todo momento y circunstancia de su existencia. La infinita variedad de fen&#243;menos conocidos y la observaci&#243;n de muchos de ellos, repetidos de manera regular y c&#237;clica, ha permitido enriquecer la experiencia de cada generaci&#243;n y deducir las actitudes que mejor convienen al desarrollo de la vida y la cultura de la humanidad.</div><div class="ip">La m&#225;s genuina sabidur&#237;a popular se basa en esa experiencia, acumulada y transmitida de padres a hijos, frecuentemente en forma de m&#225;ximas sencillas que, por lo general, son como lecciones morales brev&#237;simas y f&#225;ciles de retener en la memoria. La validez de algunas de ellas queda a veces ce&#241;ida a un grupo humano de determinadas caracter&#237;sticas de raza, naci&#243;n, religi&#243;n, idioma o costumbres; pero tambi&#233;n las hay que pasan de un pueblo a otro y de una a otra &#233;poca. Se trata, en este segundo caso, de pensamientos de valor universal que pueden integrarse de inmediato en culturas ajenas a la de origen. As&#237; sucede en buena medida en Proverbios, donde, por otra parte, tambi&#233;n se aprecian reflejos de sabidur&#237;a popular no israelita: mesopot&#225;mica, egipcia y de otros pueblos del antiguo Oriente medio; por ejemplo, las dos colecciones de refranes atribuidas respectivamente a Agur y a Lemuel (30.1-33 y 31.1-9), o el paralelismo existente entre Pr. 22.17&#8212;23.12 y un famoso texto del escriba egipcio Amenemope, de alrededor del a&#241;o 1000 a.C.</div><div class="ip">Un proverbio de contenido sapiencial se llama mashal en hebreo, palabra emparentada con una ra&#237;z que, junto a otros significados, incluye el de &#171;dominar&#187; o &#171;regir&#187;. Esta idea tipifica al aut&#233;ntico mashal como una expresi&#243;n persuasiva y estimulante, cualquiera que sea la forma en que se presente: como proverbio o refr&#225;n propiamente dicho, como m&#225;xima moral o como sentencia que sopesa y compara diversas conductas y actitudes adoptadas frente a la vida. En ocasiones, mashal significa tambi&#233;n par&#225;bola, alegor&#237;a, f&#225;bula e incluso acertijo.</div><div class="is1">La sabidur&#237;a en el libro de los Proverbios</div><div class="ip">La sabidur&#237;a de Proverbios se centra sobre todo en los &#225;mbitos de la vida no regulados por ordenanzas c&#250;lticas ni mandamientos expresos del Se&#241;or. Por esta raz&#243;n, la mayor parte del libro no se refiere a temas propiamente religiosos. Se refiere, m&#225;s bien, a los que son espec&#237;ficos de la existencia humana, ya sea en su dimensi&#243;n personal (el individuo) o colectiva (la familia y la sociedad en general): la educaci&#243;n (13.24), la familia (12.4; 19.14; 21.9; 31.10-31), el adulterio (6.24; 23.27), la relaci&#243;n entre padres e hijos (10.1; 28.24; 30.17), la relaci&#243;n entre el rey y sus s&#250;bditos (14.35; 22.29; 25.6; cf. 16.12), y la honradez en los negocios (11.1; 20.10,23). En algunos textos se plantean cuestiones generales de moral (cf. 12.17; 15.21), y en otros se proponen reglas de urbanidad y conducta social (23.1-3; 25.17; 27.1). En todos estos casos, lo evidente es que Proverbios considera la sabidur&#237;a como un principio esencialmente pr&#225;ctico, fundamentado en la observaci&#243;n, la experiencia y el sentido com&#250;n, y orientado hacia los m&#250;ltiples aspectos de la actividad humana.</div><div class="ip">Sin embargo, no ser&#237;a correcto olvidar que la religi&#243;n de Israel tambi&#233;n marc&#243; con su propio sello esa misma sabidur&#237;a que se adquiere por medio de la experiencia. Prueba de ello es la afirmaci&#243;n que abre la primera de las colecciones de proverbios: &#171;El principio de la sabidur&#237;a es el temor de Jehov&#225;&#187; (1.7; 9.10; cf. Job 28.28; Sal. 111.10); lo cual significa que la &#250;nica verdadera sabidur&#237;a es la que entra&#241;a una forma de vida basada en la obediencia a Dios y manifestada en el amor a la bondad y a la justicia (9.10; 31.8-9; cf. 17.15,23; 18.5). Y en el poema en el que se elogia a la mujer virtuosa, con el que tambi&#233;n se cierra el libro (31.10-31), vuelve a hacerse menci&#243;n del temor de Jehov&#225; (v. 30).</div><div class="ip">En Proverbios, la mente de los sabios de Israel aparece como subyugada por la doctrina de la retribuci&#243;n, es decir, del premio o el castigo que merece la actuaci&#243;n humana, seg&#250;n sea buena o mala. Esta idea, que se presenta a menudo, se enuncia de modo terminante en 11.31: El justo ser&#225; recompensado en la tierra; y otro tanto suceder&#225; con el imp&#237;o y el pecador (cf. 3.31-35; 12.7,14; 17.5; 24.12; 28.20). Pero como la experiencia demuestra que la felicidad no siempre es en esta vida corona de la virtud, ni la desgracia lo es de la maldad (cf. Sal. 73.1-12; Jer. 12.1-2), lleg&#243; un momento en que el pensamiento de la retribuci&#243;n, habiendo entrado en crisis, dio paso a la gozosa ense&#241;anza del amor y el perd&#243;n de Dios, ya recogida en libros como Job y Eclesiast&#233;s.</div><div class="ib"></div><div class="iot">Esquema del contenido:</div><div class="ib"></div><div class="io1">1. Introducci&#243;n (1.1-7)</div><div class="io1">2. Primera colecci&#243;n: &#171;Poemas&#187; (1.8&#8212;9.18)</div><div class="io1">3. Segunda colecci&#243;n: &#171;Proverbios de Salom&#243;n&#187; (10.1&#8212;22.16)</div><div class="io1">4. Tercera colecci&#243;n: &#171;Palabras de los sabios&#187; (22.17&#8212;24.22)</div><div class="io1">5. Cuarta colecci&#243;n: &#171;Dichos de los sabios&#187; (24.23-34)</div><div class="io1">6. Quinta colecci&#243;n: &#171;Proverbios de Salom&#243;n&#187; (25.1&#8212;29.27)</div><div class="io1">7. Sexta colecci&#243;n: &#171;Palabras de Agur&#187; (30.1-33)</div><div class="io1">8. S&#233;ptima colecci&#243;n: &#171;Palabras del rey Lemuel&#187; (31.1-9)</div><div class="io1">9. Ap&#233;ndice: &#171;Elogio de la mujer virtuosa&#187; (31.10-31)</div><div class="ie"></div>
 </div>
 </div>
</div>

Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

PROVERBIOS
INTRODUCCIÓN
El libro
El libro de los Proverbios (Pr) pertenece al grupo de los denominados genéricamente «poéticos y sapienciales». (Véase Introducción a los Libros Poéticos y Sapienciales.) Consta de una serie de colecciones que, en forma de máximas, refranes, dichos y poemas, transmiten la antigua herencia de la sabiduría de Israel. El contenido, en su conjunto, está encabezado por el título «Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel» (1.1), razón por la cual la obra completa se ha atribuido a menudo a aquel monarca, célebre por su sabiduría y autor de tres mil proverbios y mil cinco cantares (1 R. 4.29-34).
En efecto, una lectura atenta del libro pone pronto de relieve la complejidad de su composición, que es mayor de lo que pudiera apreciarse a primera vista. Aparte de Salomón, se cita como autores o recopiladores de dichos y sentencias a Agur hijo de Jaqué (30.1) y al rey Lemuel (31.1), ambos, según se cree, oriundos de la tribu Massa, descendientes de Ismael (Gn. 25.14). En tres ocasiones se especifica que Salomón es autor de los proverbios que siguen (1.110.125.1); en otras dos se atribuyen a «los sabios» (22.1724.23), y en una se menciona la colaboración de los copistas al servicio de Ezequías, rey de Judá (25.1).
Los proverbios y la sabiduría popular
La historia de todos los pueblos está plagada de hechos y acontecimientos en los que siempre el ser humano ha tratado de comprender las claves de su propia realidad y su relación con el mundo que lo rodea, y de adoptar los comportamientos idóneos para todo momento y circunstancia de su existencia. La infinita variedad de fenómenos conocidos y la observación de muchos de ellos, repetidos de manera regular y cíclica, ha permitido enriquecer la experiencia de cada generación y deducir las actitudes que mejor convienen al desarrollo de la vida y la cultura de la humanidad.
La más genuina sabiduría popular se basa en esa experiencia, acumulada y transmitida de padres a hijos, frecuentemente en forma de máximas sencillas que, por lo general, son como lecciones morales brevísimas y fáciles de retener en la memoria. La validez de algunas de ellas queda a veces ceñida a un grupo humano de determinadas características de raza, nación, religión, idioma o costumbres; pero también las hay que pasan de un pueblo a otro y de una a otra época. Se trata, en este segundo caso, de pensamientos de valor universal que pueden integrarse de inmediato en culturas ajenas a la de origen. Así sucede en buena medida en Proverbios , donde, por otra parte, también se aprecian reflejos de sabiduría popular no israelita: mesopotámica, egipcia y de otros pueblos del antiguo Oriente medio; por ejemplo, las dos colecciones de refranes atribuidas respectivamente a Agur y a Lemuel (30.1-3331.1-9), o el paralelismo existente entre Pr. 22.17—23.12 y un famoso texto del escriba egipcio Amenemope, de alrededor del año 1000 a.C.
Un proverbio de contenido sapiencial se llama mashal en hebreo, palabra emparentada con una raíz que, junto a otros significados, incluye el de «dominar» o «regir». Esta idea tipifica al auténtico mashal como una expresión persuasiva y estimulante, cualquiera que sea la forma en que se presente: como proverbio o refrán propiamente dicho, como máxima moral o como sentencia que sopesa y compara diversas conductas y actitudes adoptadas frente a la vida. En ocasiones, mashal significa también parábola, alegoría, fábula e incluso acertijo.
La sabiduría en el libro de los Proverbios
La sabiduría de Proverbios se centra sobre todo en los ámbitos de la vida no regulados por ordenanzas cúlticas ni mandamientos expresos del Señor. Por esta razón, la mayor parte del libro no se refiere a temas propiamente religiosos. Se refiere, más bien, a los que son específicos de la existencia humana, ya sea en su dimensión personal (el individuo) o colectiva (la familia y la sociedad en general): la educación (13.24), la familia (12.419.1421.931.10-31), el adulterio (6.2423.27), la relación entre padres e hijos (10.128.2430.17), la relación entre el rey y sus súbditos (14.3522.2925.616.12), y la honradez en los negocios (11.120.1023). En algunos textos se plantean cuestiones generales de moral (12.1715.21), y en otros se proponen reglas de urbanidad y conducta social (23.1-325.1727.1). En todos estos casos, lo evidente es que Proverbios considera la sabiduría como un principio esencialmente práctico, fundamentado en la observación, la experiencia y el sentido común, y orientado hacia los múltiples aspectos de la actividad humana.
Sin embargo, no sería correcto olvidar que la religión de Israel también marcó con su propio sello esa misma sabiduría que se adquiere por medio de la experiencia. Prueba de ello es la afirmación que abre la primera de las colecciones de proverbios: «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová» (1.79.10Job 28.28Sal. 111.10); lo cual significa que la única verdadera sabiduría es la que entraña una forma de vida basada en la obediencia a Dios y manifestada en el amor a la bondad y a la justicia (9.1031.8-917.152318.5). Y en el poema en el que se elogia a la mujer virtuosa, con el que también se cierra el libro (31.10-31), vuelve a hacerse mención del temor de Jehová (v. 30).
En Proverbios , la mente de los sabios de Israel aparece como subyugada por la doctrina de la retribución, es decir, del premio o el castigo que merece la actuación humana, según sea buena o mala. Esta idea, que se presenta a menudo, se enuncia de modo terminante en 11.31: El justo será recompensado en la tierra; y otro tanto sucederá con el impío y el pecador (3.31-3512.71417.524.1228.20). Pero como la experiencia demuestra que la felicidad no siempre es en esta vida corona de la virtud, ni la desgracia lo es de la maldad (Sal. 73.1-12Jer. 12.1-2), llegó un momento en que el pensamiento de la retribución, habiendo entrado en crisis, dio paso a la gozosa enseñanza del amor y el perdón de Dios, ya recogida en libros como Job y Eclesiastés .

Esquema del contenido:

1. Introducción ( 1.1-7 )
2. Primera colección: «Poemas» ( 1.8—9.18 )
3. Segunda colección: «Proverbios de Salomón» ( 10.1—22.16 )
4. Tercera colección: «Palabras de los sabios» ( 22.17—24.22 )
5. Cuarta colección: «Dichos de los sabios» ( 24.23-34 )
6. Quinta colección: «Proverbios de Salomón» ( 25.1—29.27 )
7. Sexta colección: «Palabras de Agur» ( 30.1-33 )
8. Séptima colección: «Palabras del rey Lemuel» ( 31.1-9 )
9. Apéndice: «Elogio de la mujer virtuosa» ( 31.10-31 )

להקשיב ל PROVERBIOS PROVERBIOS