Las orejas grandes son hermosasMuestra

Cómo leer la Biblia

Si estás comenzando a explorar la Biblia:

• Elige el mismo lugar y el mismo momento para leer tu Biblia cada día.


• Comienza con un libro breve del Nuevo Testamento en una versión que puedas comprender fácilmente.


• Lee un capítulo cada día.


• Cuando termines de leer un libro, escribe la fecha en el índice de tu Biblia, ¡y disfruta la victoria!


• Repite estos mismos pasos con otro libro de la Biblia.

Para los que ya han estado haciendo esto un rato:

• ¿Qué libros de la Biblia no has leído?


• Sal a leer al aire libre de vez en cuando. Después de haber leído, quédate sentado y escucha durante unos momentos. Registra en un cuaderno tus pensamientos acerca del pasaje y de cómo lo puedes aplicar en tu vida.


• Lee más o lee menos de lo que sueles leer. Si acostumbras leer mucho de una sentada, entonces medita en uno o dos versículos. Si sueles leer uno o dos versículos, siéntate y lee varios capítulos al hilo.


• Compra una versión diferente de la Biblia para escuchar las mismas verdades en una manera fresca.


• Desafíate a ti mismo a recordar versículos y a encontrarlos.

Leer la Biblia no toma tanto tiempo como te podrías imaginar. Al lector promedio le toma 70 horas: El Antiguo Testamento toma 52 horas, y el Nuevo Testamento, 18 horas de lectura. Avanzar una porción a la vez es algo que cualquiera puede lograr. Ponte la meta de leerla completa en el siguiente año o dos años, y vas a escuchar a Dios como nunca antes. Se requiere la Biblia completa para hacer a un cristiano completo.

Considero mi Biblia como el cuaderno de trabajo de mi vida. Escribo pensamientos en el margen; subrayo algunos versículos; y escribo referencias importantes en la portada para siempre tenerlas a la mano. Mi Biblia no es como cualquier otro libro, porque yo no poseo la Biblia; ella me posee a mí.

Cada cinco años, más o menos, consigo una Biblia nueva. Mi plan es tener por lo menos diez Biblias usadas a lo largo de mi vida que pueda dar a cada uno de mis hijos y nietos. Espero el día en que pueda poner una Biblia que me haya guiado durante una etapa de mi carrera, en las manos de mis hijos para que sea como un plano para su alma. Mi esperanza es que comprendan la importancia de gastar sus Biblias, porque una Biblia gastada habla de un corazón protegido.