Amiga Biblia - Comentario Devocional – FilipensesMuestra

¡Hola! Mi nombre es Juliana Cristina y soy de Brasil. Con alegría Dios levantó dos amigas queridas, Claudia y Mayra, para ayudarme en la traducción de este comentario para que puedas leerlo en español. Estoy muy feliz de que hayas aceptado el desafío de comenzar este plan. ¡Quiero que sepas que estoy orando por ti!
Al igual que yo, alguna vez quisiste acercarte más a Dios, pero no sabías por dónde empezar, ¿verdad? Tomaste la Biblia, la abriste en algún pasaje y no entendiste nada… Quiero que sepas que no eres la única persona que ha pasado por esto. Precisamente por eso Dios creó el “PROYECTO AMIGA BIBLIA”, para ayudarte a crear el hábito de leer la Biblia diariamente. No solo leer, sino entender, meditar y poner en práctica las preciosas enseñanzas de la Palabra de Dios.
Hoy comenzaremos un plan de lectura basado en la primera carta de Pedro. Deseo que este sea tu primer plan “Amiga Biblia – Comentario Bíblico Devocional” y que, después de este, continúes con muchos otros planes aquí disponibles para seguir conociendo más sobre Dios a través de Su Palabra.
Para comenzar, necesito contarte acerca del autor de esta carta, el apóstol Pablo. Su historia es tan hermosa, y precisamente por eso, el primer día del plan quedó un poquito más largo. Pero no te desanimes: léelo con atención, ¡te aseguro que valdrá la pena! ¿De acuerdo?
INTRODUCCIÓN A LA CARTA A LOS FILIPENSES
Siempre es bueno saber un poquito sobre el autor del libro para poder entender con mayor profundidad. El autor de esta carta fue el apóstol Pablo. Si ya conoces su historia, vas a reforzar tu memoria; pero si aún no la sabes, te la voy a contar.
¡Atención! A diferencia de lo que muchos piensan, Pablo no fue uno de los Doce Apóstoles que caminaron con Jesús. Justamente por esa información equivocada, siempre lo digo y lo repito: lee la Biblia para aprender y no ser engañada. Empezar este plan ya es un paso muy importante. ¡Sigue firme!
En realidad, Pablo se llamaba Saulo. Él era un judío fanático, pertenecía a un grupo llamado fariseos, y ellos querían obedecer cada detalle de la Ley de Dios. Se habla bastante sobre este tipo de judíos en los Evangelios.
Pablo quería hacer todo tan correcto para Dios, que cuando vio que las personas creían que Jesús era el Hijo de Dios, se enfureció. Pablo pensaba que Jesús era un mentiroso, y que quienes lo seguían estaban equivocados. Por eso, Pablo decidió —“en nombre de Dios”— perseguir a los cristianos. Iba de casa en casa para arrestarlos. Capturaba familias enteras, las encarcelaba y castigaba. Incluso la Biblia relata, al comienzo de Hechos, que él aprobó la muerte por apedreamiento de Esteban, quien era un líder de la Iglesia y es considerado el “primer mártir” que murió por la fe en Cristo.
Un día, Pablo pidió a los líderes judíos una carta de recomendación para ir a la ciudad de Damasco y poder arrestar también a los cristianos que estaban allí. Pero él no sabía que en ese camino, ¡su vida sería totalmente transformada!
En el camino, apareció a Saulo una luz muy fuerte, y escuchó una voz que decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” — Era Jesús hablándole— Jesús le dijo que Saulo era una persona escogida para llevar Su Palabra. Saulo quedó impactado, pero entendió que era Cristo. Quedó ciego, y los que iban con él lo llevaron a Damasco.
En Damasco, Dios le habla a un cristiano llamado Ananías y le pide que vaya a hablar con Saulo. Sin embargo, Ananías sabía que Saulo había ido allí para matar a los cristianos, y cuestiona a Dios. Dios le confirma a Ananías que Saulo era un escogido para llevar Su Palabra y que podía ir a hablar con él en paz.
Cuando llega, Ananías impone las manos sobre Saulo, y de sus ojos cae algo como escamas, y recobra la vista. En ese momento entiende el plan de Dios. Comprende que Cristo era realmente el Hijo de Dios y que lo había escogido. En ese mismo momento es bautizado y empieza a predicar. Lee esto en Hechos 9.
HECHOS 9:1–22
Conversión de Saulo
Mientras tanto, Saulo, respirando aún amenazas de muerte contra los discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote 2 y le pidió cartas de extradición para las sinagogas de Damasco. Tenía la intención de encontrar y llevarse presos a Jerusalén a todos los que pertenecieran al Camino, fueran hombres o mujeres. 3 En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor. 4 Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía:
—Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?
5 —¿Quién eres, Señor? —preguntó.
—Yo soy Jesús, a quien tú persigues—contestó la voz—. 6 Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.
7 Los hombres que viajaban con Saulo se detuvieron atónitos porque oían la voz, pero no veían a nadie. 8 Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos no podía ver, así que lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. 9 Estuvo ciego tres días, sin comer ni beber nada.
10 Había en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor llamó en una visión:
—¡Ananías!
—Aquí estoy, Señor.
11 —Anda—le dijo el Señor—,ve a la casa de Judas, en la calle llamada Derecha, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando 12 y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió:
—Señor, he oído hablar mucho de ese hombre y de todo el mal que ha causado a los que creen en ti en Jerusalén. 14 Y ahora lo tenemos aquí, autorizado por los jefes de los sacerdotes, para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre.
15 —¡Ve!—insistió el Señor—,porque ese hombre es mi instrumento escogido para dar a conocer mi nombre tanto a las naciones y a sus reyes como al pueblo de Israel.16 Yo le mostraré cuánto tendrá que padecer por mi nombre.
17 Ananías se fue y cuando llegó a la casa, le impuso las manos a Saulo y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». 18 Al instante cayó de los ojos de Saulo algo como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado.19 Luego comió y recobró las fuerzas.
Saulo en Damasco y en Jerusalén
Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco 20 y enseguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. 21 Todos los que le oían quedaban asombrados y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?». 22 Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Cristo.
Aquel que perseguía a los cristianos, ahora es perseguido por predicar el Evangelio de Cristo. Y aún más: los judíos ahora quieren matarlo. La transformación de Pablo es una de las pruebas de que Dios puede transformar a cualquier persona.
Pablo, por ser judío, conocía muy bien el Antiguo Testamento, pero antes de encontrarse con Jesús, no lograba conectar lo que sabía con la vida de Cristo. En el Antiguo Testamento está escrito que vendría un Mesías (el Prometido de Dios), dónde nacería, cómo moriría, etc. Dios fue revelándose o, digamos, “uniendo los puntos” en la mente de Pablo, conectando lo que él sabía del Antiguo Testamento con lo que estaba aprendiendo sobre Jesús.
Nos suceden cosas parecidas a nosotros… muchas veces incluso conocemos algo de la Biblia, pero no lo entendemos o no lo tomamos como verdad para nuestra vida. Pero llega un momento en el que, así como las escamas cayeron de los ojos de Pablo, también caen de nuestros ojos, y empezamos a ver claramente las verdades de Dios.
Pídele eso a Dios: que te haga ver lo que no puedes ver o lo que necesitas entender a través de la Biblia. El Espíritu Santo hará eso.
Pero ahora, para reflexionar… Saulo mataba a los cristianos, y ahora se había convertido en uno de ellos. Pero los cristianos tenían miedo de recibirlo; pensaban que Pablo era una trampa (yo creo que yo también tendría miedo).
Sin embargo, Dios puso un hombre especial en la vida de Saulo: Bernabé. Él era un líder de la iglesia, temeroso de Dios, y percibió que la conversión de Pablo era verdadera. Le enseñó muchas cosas y se convirtieron en grandes amigos. Bernabé lo presentó a otros cristianos.
Además, ambos viajaron a varios lugares para predicar el Evangelio.
Este es Pablo, el hombre que se convirtió de forma extraordinaria y que escribió la mayoría de las cartas del Nuevo Testamento, entre ellas la carta que vamos a leer ahora.
FILIPENSES
Pablo escribe esta carta a la iglesia que estaba en la ciudad de Filipos, ubicada en lo que hoy es Grecia. Él ya conocía esta iglesia, y se entiende que estaba compuesta más por gentiles (que son personas que no eran judías de nacimiento). En este momento en que escribe, él estaba preso en Roma. Se cree que sería en una prisión domiciliaria. La iglesia había enviado donaciones para él, y este es uno de los motivos por los que escribe la carta.
Aun siendo una carta escrita desde la prisión en un momento de dificultad, esta carta es llamada “la carta del gozo”, pues la palabra aparece al menos 16 veces en esta corta carta.
Escrituras
Acerca de este Plan

¡Este plan fue hecho para ti! Este plan es un Comentario Bíblico Devocional basado en el libro de FILIPENSES. Contiene explicaciones prácticas versículo por versículo, para ayudarte a leer, entender el texto y aplicarlo a tu vida. Deseo que “Amiga Biblia” sea tu Mejor Amiga. ¡Comienza hoy a estudiar la Palabra de Dios!
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Nos gustaría agradecer a AMIGA BÍBLIA por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: linktr.ee/AMIGABIBLIA
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