Renuévate en Su PresenciaMuestra

Cuando el Espíritu toca tu vida

Querido(a) ¿sabías que hubo un antes y un después en la vida de los discípulos?

Aunque caminaron con Jesús, lo escucharon enseñar e incluso lo vieron resucitado, algo en ellos seguía siendo temeroso, incierto y limitado, pero todo cambió cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos, ¡fueron renovados! Sus vidas se convirtieron en testimonios vivos del poder de Dios.

No puedo evitar pensar en cuántas veces me he sentido como los discípulos después de la ascensión de Jesús: temerosa, cansada, débil. Y en esos momentos, recuerdo que el Espíritu Santo está conmigo, y permito que Él ministre y renueve mi corazón como solo su Espíritu puede hacerlo. Su toque lo cambia todo.

Las fuerzas que antes no tenía se renuevan, el temor desaparece y mi corazón se llena de gozo y esperanza. Su Palabra habla acerca de la importancia de esta “renovación en el Espíritu Santo” en Tito 3:5.

No es algo que logramos por nuestras propias fuerzas; es Su obra transformadora, profunda y amorosa. Es Dios mismo respirando vida nueva sobre ti. Y cuando eso sucede, ya no permaneces igual. No porque todo se vuelva fácil, sino porque ahora caminas con una certeza firme de tu salvación, empoderado por Él, como lo hicieron los discípulos. ¿No es esto maravilloso?

Si hoy sientes que algo en ti necesita revivir, si la fe se ha vuelto rutina o tu corazón se ha enfriado, pídele al Espíritu que te renueve. No necesitas palabras perfectas, solo un corazón sincero. Él anhela llenarte.

Ora conmigo: “Espíritu Santo, ven sobre mí hoy como aquel día sobre los discípulos. Renuévame, lléname, transforma mi interior. Quiero vivir con la pasión, la fe y la valentía que solo tú puedes dar. En el nombre de Jesús. Amén.”