7 Características de Una Vida Rendida a CristoMuestra

Cristo es suficiente

¿Qué haces cuando las cosas no salen como lo planeaste? Seguro te ha pasado que un día te despiertas con un plan claro, una meta y un propósito definido. Pero algo cambia de golpe. Un diagnóstico, un despido, una traición… Y todo se desmorona.

¿Cómo respondemos a esas situaciones? La vida real es así, frágil, impredecible, y muchas veces compleja. No como se ve en Instagram o redes sociales… las cosas no siempre salen como planeamos.

A mí me pasó cuando a mi hija Elena hace poco le tenían que practicar una cirugía, definitivamente eso no estaba en mis planes, no sabía cómo iba a conseguir los recursos para cubrir los gastos médicos. En medio del miedo y la incertidumbre, mi pregunta para Dios fue: ¿Y ahora qué hago, Señor?

En este tipo de situaciones, lo natural es: quejarnos, enojarnos o hasta alejarnos de Dios.

Pero en Filipenses 1, Pablo nos muestra otro camino. Desde la prisión, escribe con gozo, con una rendición que nos confronta sobre qué tan rendida está verdaderamente nuestra vida.

Y dice una frase que nos encanta, una frase que sale en todas las aplicaciones de Biblia como frase del día, o versículo del día, en cualquier librería cristiana la vas a encontrar en tazas, vasos, playeras, etc. Y sin embargo, por más linda que suene esa frase, la realidad es que vivirla es un verdadero desafío. “Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia.” Filipenses 1:21.

Por eso, la quinta característica de una vida rendida es reconocer que Cristo es suficiente. Cuando la vida no tiene sentido, cuando los planes se rompen y todo se tambalea, Jesús es suficiente.

Pablo dice: “Hermanos, quiero que sepan que lo que me ha pasado ha servido más bien para el avance del evangelio”. Es decir, Pablo está en la cárcel... y aún así está animado, aún así está alegre, con gozo aún en medio de la incertidumbre.

Pablo ha entendido que el sufrimiento no cancela el propósito de Dios, a menudo lo acelera. Dios no necesita condiciones ideales para cumplir su plan, solo necesita corazones rendidos.

¿Qué hacemos cuando la vida no sale como la planeamos?

La respuesta no está en entender todo… Está en rendirlo todo a Jesús.