Héroes InvisiblesMuestra

¿Alguna vez pensaste que tu talento o creatividad pudiera ser una forma de servir a Dios? Hoy conoceremos a Bezaleel, el primer hombre “lleno del Espíritu de Dios”… y no para predicar, sino para crear.

Cuando pensamos en alguien “lleno del Espíritu de Dios”, imaginamos a un profeta, un juez o un líder espiritual. Pero el primero que la Biblia menciona con esa descripción no fue un predicador, ni un sacerdote, ni un guerrero… fue un artista.
Su nombre era Bezaleel.

Dios lo llamó, por nombre, para diseñar el Tabernáculo. Su tarea no era dar discursos, sino crear belleza. No levantaba ejércitos, sino estructuras. No hacía milagros públicos, sino detalles sagrados en lo secreto.

Y, sin embargo, la presencia de Dios llenó sus manos tanto como llenó la vara de Moisés.
Su obra era diferente, pero igualmente santa.

Bezalel nos recuerda que la unción de Dios no se limita al púlpito. Se mueve también en el taller, en el estudio, en la computadora, en la cámara, en el arte, en los proyectos creativos donde buscamos reflejar al Creador.

Tu don también puede ser tu ministerio.
Cada diseño, canción, idea o proyecto hecho con excelencia y propósito puede convertirse en una forma de adoración. Porque el Dios que creó el universo sigue inspirando a los que crean con el corazón rendido.

Quizás nadie aplauda tu proceso, pero cuando trabajas con propósito, tu arte se convierte en altar.

Oración

Señor, gracias porque me recuerdas que Tú llenas de Tu Espíritu a quienes crean, construyen y sirven con el corazón.
Hazme un Bezalel en mi generación: alguien que exprese Tu belleza a través de lo que hace.
Que cada cosa que cree o diseñe hable de Ti, no de mí.
Amén.

Desafío del día

Dedica un tiempo hoy para hacer algo creativo (grande o pequeño) como un acto de adoración. No busques la perfección, busca la intención: hazlo para Dios. Puede ser un dibujo, una canción, un diseño, una idea o simplemente escribir lo que Él te inspira.