Vive Tu Redención: Un Plan De 7 DíasMuestra

Día 3: La Cruz: El Pago Final

​Reflexión:

La Cruz es el corazón de la historia de la redención. No fue un acto de debilidad, sino la manifestación más grande del poder de Dios. En la Cruz, Jesús se entregó voluntariamente para pagar el precio por nuestros pecados. Tito 2:14 nos dice que Él no solo nos redimió de nuestra "iniquidad", sino que también nos purificó para que fuéramos un "pueblo propio". Esto significa que la Cruz no solo nos rescata de la esclavitud, sino que también nos da un nuevo estatus: ahora le pertenecemos a Él. Y como resultado de esa redención, somos llamados a vivir una vida con un propósito: ser un pueblo "celoso de buenas obras".

​Preguntas para reflexionar:

​¿Cómo te libera la idea de que la redención de Cristo no solo perdona tus pecados, sino que también te purifica de tu naturaleza pecaminosa?

​Si fuiste redimido para ser un "pueblo propio" de Dios, ¿qué significa eso para tu vida diaria?

​Oración:

Señor Jesús, te agradezco por la Cruz. Por tu entrega total que me libró de la iniquidad y me purificó. Ayúdame a vivir con un corazón celoso por hacer el bien y a ser un testimonio de tu poder redentor. Amén.