Praus: Salvaje Pero DisciplinadoMuestra

Día 1. La falta de gratitud me lleva a vivir en Frustración.

Quiero comenzar este devocional con la siguiente frase:

“Dondequiera que Jesús nos lleve, Él va delante de nosotros, Si no sabemos adónde vamos, sabemos con quién vamos” (Charles Spurgeon).

Para este primer día, leemos en Éxodo 17:2-6 y en Números 20:2-12. Son historias muy similares por los siguientes factores: el pueblo de Israel estaba pasando una gran sequía, se quejaban porque no tenían agua para beber, reclamaban a Moisés que era mejor morir como esclavos y la acción de Moisés fue apartarse para escuchar la voz de Dios. Pero, la gran diferencia es que en Éxodo 17, Dios le indica a Moisés que golpee la piedra y en Números 20 le ordena que le hable a la misma. ¿Qué fue entonces lo que cambió en esta historia? Bueno, Moisés en vez de hablarle a la piedra, decidió golpearla dos veces, mostrando que ya no confió en la voluntad de Dios y, por lo tanto, ya no heredó la tierra que Dios le había prometido a él y al pueblo.

Y seamos honestos, es muy aterrador pensar o imaginar que un hombre que la Palabra dice que era el hombre más manso sobre la tierra (Números 12:3) y que a la vez fue el último profeta en conocer cara a cara a Dios (Deut. 34:10) fue juzgado por sus acciones. Cuando, en realidad, no fue la acción de Moisés la que lo llevó a no heredar la promesa, sino la posición de su corazón. Porque su corazón ya no era un corazón lleno de gratitud hacia Dios, sino un corazón lleno de frustración.

“La falta de gratitud me lleva a vivir una vida llena de frustración”.

Mis queridos hermanos, la frustración hoy en día es el factor que nos lleva a no heredar las promesas de Dios para nuestra vida, familia, ministerio y, sobre todo, para poder vivir la vida que Dios tiene preparada para ti y para mí.

Pero igual quiero resaltar algo muy interesante, dice en Números 20:11 que el agua brotó a chorros, ¡repito, a chorros! No sé tú pero a mí me muestra el corazón de Dios como un padre, que aun a pesar de mi falta de obediencia, Él no dejó de ser fiel con su pueblo. Ese es el corazón de Dios y durante estos 3 días quiero estudiar el mover de su corazón a tu lado.

¿Sabes? La frustración es parte del proceso. Me gustaría ser la persona que te dice que “después de este devocional ya no te volverás a frustrar”, ¡no, mi hermano, eso no se puede! Pero lo que sí te puedo decir es que, una vez que tú y yo entendemos que la frustración es parte del proceso y que todo va a depender de la posición de nuestro corazón hacia las circunstancias del día a día, es como tú y yo vamos a poder conquistar y, sobre todo, vivir todas y cada una de las promesas de Dios.

Y sé que te estarás preguntando: ¿Cómo puedo salir de esos momentos de frustración? Muy fácil: un corazón que vive en gratitud es un corazón manso.

Muchas gracias por leer junto conmigo este primer día del devocional, te quiero animar a que me acompañes los días que faltan para que juntos conozcamos el mover del corazón del Padre y podamos vivir las promesas de Dios para nuestra vida.