Jesús Está en tu BarcaMuestra

¿Un familiar accidentado?

¿Una madre enferma?

¿La muerte de un ser amado?

¿Una turbulencia?

Si pensamos en lo que nos causa miedo, se nos puede venir a la mente una infinidad de cosas... cosas que parecen ser tan sencillas y otras mucho más complejas y profundas. Durante toda mi vida he escuchado sobre lo cerca que está Dios de nosotros y que nos cuida en cada momento, pero entonces, ¿por qué me angustio , por qué mi alma se aflige? (Salmo 42:11 NVI).

Durante tres días aprenderemos lo que realmente es confiar plenamente en Dios, en sus palabras, que no solo son textos que leemos en papel, sino palabras reales y tangibles en nuestras vidas.

En el libro de Marcos ocurre un hecho que es uno de mis favoritos: LA GRAN TORMENTA.

Si buscas el significado de "TORMENTA", hay algo que me deja paralizada y es que siempre va acompañada de descargas eléctricas y rayos.

Cuando era niña, nunca olvidaré la primera vez que escuché relámpagos y vi rayos; era una tormenta horrible según mi edad en ese entonces. Iba de camino a mi casa en el furgón escolar, solo quería llegar a mi casa y abrazar a mi mamá. Cuando llegué, ella me sostuvo y sentí paz; su compañía hizo que, a pesar del ruido, bastara estar con ella para pasar la tormenta. Asimismo, Jesús está en la tormenta contigo (MARCOS 4:35-41 TLA).

En un día que parecía normal para los discípulos, todos se encontraban en el lago en una barca, pero de pronto comenzó una gran tormenta, el viento era tan fuerte que las olas golpeaban la barca (Marcos 4:37 TLA) ; era algo terrible y quiero que te tomes un momento para pensar...

Ellos estaban en la barca, las olas eran cada vez más fuertes, el panorama no pintaba nada bien, pero Jesús estaba en la barca, no estaban solos... Así como nosotros tampoco lo estamos.

¡Sí! JESÚS ESTÁ EN TU BARCA... Ellos comenzaron a llamarlo, a gritar, con voces de miedo y angustia en el corazón (Marcos 4:38 TLA).

¿Tienes un corazón quebrantado llamando a JESÚS hoy?

No estás solo, nunca lo estamos. Parecía que sí, pero no.

"Por eso, aunque pasamos por muchas dificultades, no nos desanimamos. Tenemos preocupaciones, pero no perdemos la calma. La gente nos persigue, pero Dios no nos abandona. Nos hacen caer, pero no nos destruyen" (2 CORINTIOS 4:8-12 TLA).

Te invito a que nuestra oración sea confiar en Dios, sin importar las circunstancias. Dependemos de Él, somos de Él, pertenecemos a Él; es nuestro Padre amado.