La Lámpara De Dios en El CorazónMuestra

La lámpara de la conciencia

“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del corazón” (Proverbios 20:27, RVR1960).

Dios ha puesto en cada ser humano una lámpara interior que nos recuerda que fuimos hechos a Su imagen.

Este versículo muestra que el espíritu humano, soplo de vida dado por Dios (Génesis 2:7), es un medio por el cual Él ilumina nuestro interior. En lo profundo del ser humano hay un ámbito espiritual —el espíritu— que Dios mismo inspiró al crear al hombre (Génesis 2:7). Esta dimensión interior no es producto de la biología, sino un soplo divino, que nos capacita para discernir, decidir y responder moral, intelectual y espiritualmente.

Sin embargo, ese espíritu humano, por sí solo, permanece en misterio y oscuridad. Solo cuando se convierte en lámpara del Señor adquiere su verdadero propósito: exponer lo que está oculto en el corazón y confrontarnos con la verdad. Así como la Palabra es lámpara y luz para nuestro camino (Salmo 119:105), también el espíritu del hombre, iluminado por Dios, se convierte en un instrumento divino para revelar lo que somos en lo más íntimo

La conciencia no es autónoma, sino un reflejo de la luz divina que nos muestra lo correcto y lo incorrecto (Romanos 2:14-15). Esta lámpara es la capacidad de discernir y de reconocer nuestra necesidad de Dios.

Cuando dejamos que esta luz sea apagada por el pecado, el corazón se endurece. Pero al rendirnos al Espíritu Santo, la lámpara vuelve a brillar con claridad (Juan 16:8). La vida cristiana comienza al reconocer que Dios no nos deja a oscuras, sino que nos ha dotado de una guía interna que nos conduce hacia Él.

¿Cómo estás cuidando la lámpara de tu conciencia para que brille con la verdad de Dios?