Humíllense Delante De DiosMuestra

La gracia mayor

“Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes” (Santiago 4:6 RVR1960).

La humildad es la llave que abre el caudal inagotable de la gracia divina.

Aunque la advertencia es dura, Santiago ofrece esperanza: Dios da gracia mayor. El orgullo nos enfrenta al Creador, pero la humildad abre la puerta de su favor. La gracia no solo nos perdona, sino que nos capacita para vencer las pasiones que nos esclavizan. Pedro lo confirma: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5:6 RVR1960). La gracia es suficiente para quebrar nuestra rebeldía.

No es que nuestra humildad se gane la gracia de Dios. La humildad solo nos pone en posición de recibir el regalo que Él da libremente. A la luz de la gracia ofrecida a los humildes, solo hay una cosa que hacer: someterse a Dios. Esto significa ordenarse bajo Dios, rendirse a Él como un Rey conquistador, y comenzar a recibir los beneficios de su reinado.

¿Qué áreas de tu vida necesitan rendirse a Dios para experimentar su gracia mayor?