Vivir con la mente de Cristo

Tener la mente de Cristo no es un título espiritual, es una forma de vivir. Pablo lo resume: “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús” (Filipenses 2:5).

Jesús vivió viendo al Padre en todo. No actuaba por ego, sino por obediencia. Cuando Pedro intentó “aconsejar” a Jesús que evitara la cruz, el Señor le respondió: “no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mateo 16:23). Ouch. ¿Te ha pasado?

Metanoia nos reubica. Ya no somos el centro, Cristo lo es. Eso significa tomar nuestra cruz (Mateo 16:24) y permitir que su vida defina nuestra vida. Como dice Colosenses 3:10-11, “se han puesto el (ropaje) de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su Creador”.

En la práctica, vivir con la mente de Cristo se nota en cómo tratamos a otros, en cómo tomamos decisiones y en cómo respondemos a los desafíos. Es pensar, sentir y actuar como Jesús en el día a día.

Preguntas de reflexión:

1. ¿Qué aspecto de tu carácter refleja más la mente de Cristo? ¿Y cuál menos?
2. ¿Qué significa para ti “tomar la cruz” en tu contexto actual?

Desafío:

Hoy, antes de reaccionar a cualquier situación difícil, haz una pausa de 10 segundos y pregúntate: “¿Cómo respondería Jesús aquí?”. Luego actúa con esa perspectiva.