Devocional Del Día | JulioMuestra

Enfocados

Mateo 11:2-3 :

Y al oír Juan, en la cárcel, los hechos de Cristo, le envió dos de sus discípulos, para preguntarle: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?".

Este es el mismo Juan el Bautista que nos narra la Escritura en San Juan 1: 29-34

"El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo.Y yo no le conocía; más para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios".

Cuando estamos en medio de las dificultades, nos puede invadir la duda e incredulidad y podemos empezar a cuestionar, tal y como le sucedió a Juan el Bautista. Él mismo había reconocido a Jesús como el Cordero de Dios, sin embargo, cuando Juan se encontraba en la cárcel, se cuestionaba acerca de si era verdaderamente Jesús es el hijo de Dios o se tendría que esperar a otro, a pesar de que al momento en que Jesús fue bautizado, hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.

Por ello ten presente lo siguiente: Nunca olvides en la oscuridad lo que Dios te ha dicho en la luz.

Medita: ¿Tiendo a la incredulidad en momentos de dificultad?