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Día 2

Sirve al necesitado

Dios redefine la adoración y el ayuno como acción tangible de amor hacia otros. No es suficiente abstenerse de algo o seguir un ritual; la verdadera fe se demuestra sirviendo y liberando a quienes están en necesidad. Este principio se ve reflejado también en Mateo 25:40: “Lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, a mí lo hicieron".

Mirando hacia adentro:

• ¿A quién puedo servir hoy que necesite ayuda, apoyo o compañía?
• ¿Estoy ignorando alguna necesidad cercana a mí porque es más cómodo no involucrarme?

Acción práctica:

1. Haz algo concreto hoy: comparte comida, ropa o tiempo con alguien necesitado.
2. Pregúntate después: ¿cómo se sintió mi corazón mientras servía?
3. Observa cómo el acto de servicio te acerca más a Dios y te transforma internamente.

Ejemplo aplicado:
Si conoces a un vecino que está solo o pasando dificultades, llévale una comida, haz una llamada o invítalo a conversar. Ese acto de servicio es adoración activa.