Voces De Sabiduría Y DiscernimientoMuestra

La fuerza de la palabra controlada
“Las palabras del hombre son aguas profundas; arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría” (Proverbios 18:4 NBLA).
Las palabras reflejan el corazón y pueden dar vida o muerte.
La lengua es poderosa: puede construir o destruir (Santiago 3:5-10). Hablar sin reflexión puede causar conflictos y herir, mientras que la palabra sabia sana, edifica y guía. Cuando el arroyo del ser de un hombre está arraigado en la sabiduría, fluirá en sus palabras.
La Biblia compara las palabras profundas con aguas que nutren; nuestras expresiones deben ser fuente de vida. Cultivar la paciencia antes de hablar, la verdad y la empatía fortalece relaciones y evita contiendas.
Reconocer la importancia de nuestras palabras nos motiva a ser prudentes, responsables y conscientes de su impacto. La disciplina verbal es fruto de una vida centrada en Dios y sensible a Su Espíritu.
“Las palabras de los sabios se asemejan a las aguas, dice uno, en la medida en que ambas lavan las mentes de los oyentes, que la maldad del pecado no permanece allí, y las riegan de tal manera que no se desmayan, ni marchitan por la sequía y el ardiente deseo de la doctrina celestial” (Trapp).
¿Mis palabras reflejan sabiduría y vida, o provocan conflictos y dolor en mi entorno?
Acerca de este Plan

La Palabra y la conducta del corazón determinan nuestro destino y relaciones. Proverbios 18:1-13 nos muestra cómo la soledad, la impulsividad, la lengua y la escucha influyen en nuestra vida y entorno. Este devocional guía desde el aislamiento y la introspección del corazón egoísta hasta la importancia de hablar con sabiduría, escuchar con atención y responder con prudencia, cultivando una vida guiada por discernimiento, autocontrol y obediencia a la verdad de Dios.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: leadershiftglobal.com
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