La Fuerza De La PacienciaMuestra

Reflejando el carácter de Cristo
“Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11:29 RVR1960).
La paciencia es el eco del carácter de Cristo en nosotros.
La paciencia no solo evita errores, sino que nos transforma a la imagen de Cristo. Jesús es nuestro mayor ejemplo: manso, humilde y paciente con quienes lo rechazaban y aun con quienes lo crucificaban (Lucas 23:34).
El dominio propio que proviene del Espíritu (2 Timoteo 1:7) nos capacita para vivir esta paciencia. No se trata de reprimir emociones humanas, sino de rendirlas al señorío de Cristo. Cuando ejercemos paciencia, reflejamos a Dios en nuestro trato con otros.
Proverbios 16:32 afirma que “mejor es el que tarda en airarse que el fuerte". La paciencia, entonces, no es debilidad, sino fortaleza espiritual que edifica relaciones, evita errores y nos permite vivir con sabiduría práctica.
El hilo del proverbio se completa: la paciencia nos da entendimiento, la ira revela necedad, y el dominio propio nos capacita para reflejar a Cristo en todo.
¿Estás dispuesto a dejar que el Espíritu Santo forme en ti la paciencia que refleje a Cristo en tus palabras y acciones?
Acerca de este Plan

Proverbios 14:29 enseña que la paciencia es reflejo de gran entendimiento, mientras que la impaciencia revela necedad. Este devocional desarrolla cómo la paciencia es fruto de sabiduría, cómo la ira precipitada destruye relaciones y cómo el dominio propio nos lleva a reflejar el carácter de Cristo. El hilo une las tres verdades: la paciencia nos edifica internamente, nos protege de actuar neciamente y nos capacita para vivir con sabiduría práctica cada día.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: leadershiftglobal.com
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