Reimaginar La Influencia a Través De La Vida De Lidia.Muestra

Siguiendo la Guía de Dios

¿Alguna vez has visto tus planes bien elaborados completamente interrumpidos por circunstancias fuera de tu control? Quizás una oportunidad laboral desapareció, una relación terminó inesperadamente o una crisis de salud te obligó a cambiar de rumbo. En momentos así, es fácil sentirse perdido o desorientado. Pero ¿y si esos aparentes desvíos no son contratiempos, sino la manera en que Dios te redirige hacia algo mejor?

Pablo tenía un plan. Él y su equipo partieron con la intención de predicar en Asia, y cuando esa puerta se cerró, intentaron entrar en Bitinia. Pero en ambas ocasiones, el Espíritu Santo les bloqueó el paso. Sin explicación. Sin guía. Solo una clara sensación de que el camino que querían tomar no era el que Dios tenía para ellos. Entonces llegó la visión en Troas: un hombre de Macedonia suplicando, "Pasa a Macedonia y ayúdanos." (Hechos 16:9, NIV) Ese sueño no fue solo un cambio de rumbo; fue un punto de inflexión en la historia cristiana. El evangelio estaba a punto de cruzar de Asia a Europa por primera vez. Pero Pablo no lo sabía mientras se enfrentaba a puertas cerradas y cambiaba de planes.

La guía de Dios puede resultar frustrante en la vida real. Pablo quizás se preguntó:¿Por qué el Espíritu no nos permitió predicar en Asia? ¿No hay allí gente que necesite a Jesús? ¿Por qué no en Bitinia? Pero Dios vio un panorama más amplio, uno que se extendía a través de continentes y generaciones. Lo que parecían obstáculos divinos eran, en realidad, redirecciones divinas.

Así es como Dios obra a menudo en nuestras vidas. Cuando una puerta se cierra de repente, cuando nuestros planes se reorganizan o cuando surgen obstáculos inesperados, no significa necesariamente que estemos desviados del camino. De hecho, podría significar que Dios nos está guiando hacia algo mucho más significativo de lo que podríamos haber imaginado. El trabajo que se nos escapó, la mudanza que no querías, la oportunidad que se esfumó: todo esto podría ser el preludio de asignaciones divinas que aún no has visto. El desafío es confiar en su tiempo cuando sus redirecciones parecen rechazos.

Gracias a la disposición de Pablo a ajustar sus planes y a permanecer receptivo a la guía del Espíritu, finalmente conoció a Lidia y fundó la primera iglesia en Europa. Su flexibilidad ante la frustración le dio a Dios la oportunidad de obrar de manera extraordinaria.

Puede que estés pasando por una etapa en la que las cosas no salen según lo planeado. Si es así, haz una pausa y pregúntate:¿Podría ser esto una redirección de Dios? En lugar de resistirte a lo que parece un desvío, considera que podría ser la manera en que Dios te prepara para el mayor impacto en tu ministerio. Cuando confiamos más en su guía que en nuestro propio mapa, nos abrimos a posibilidades divinas que van mucho más allá de nuestros propios designios.

Preguntas de Reflexión:

1. ¿Cómo sueles reaccionar cuando tus planes se ven interrumpidos: con frustración o con expectativas llenas de fe?
2. ¿Qué puertas cerradas en tu vida en este momento podrían en realidad ser la manera en que Dios te está redirigiendo hacia algo mayor?

Oración:
Señor, ayúdame a seguir tu guía, incluso cuando no entiendo el camino. Dame un corazón dispuesto a aceptar tus redirecciones y confiar en que me guías hacia algo bueno. Enséñame a valorar tu plan por encima del mío. Amén.