Cómo Iniciar Un Negocio de la Mano de Dios

En mi experiencia, la paciencia no parece ser una virtud de muchos emprendedores aspirantes. Cuando a alguien se le ocurre la idea de lanzar un nuevo negocio, a menudo quiere empezar hoy mismo, aunque no disponga de la financiación necesaria para que sea rentable.

A veces Dios nos da una idea con antelación para que podamos ahorrar y prepararnos para un lanzamiento futuro. Cuando tomamos atajos en ese proceso, normalmente terminamos con un negocio con fondos insuficientes o nos conformamos con una ubicación menos deseable.

Lamentaciones 3:25 enseña:

“Bueno es el Señor para los que en él esperan, para los que le buscan" (LBLA).

Al iniciar un nuevo negocio, prepárate para responder a la pregunta: "¿Cuándo y dónde tendrá lugar esto?". Pero no te adelantes a Dios en el proceso.