Hay Propósito en tu PruebaMuestra

Tu prueba purifica

Dios te ama muchísimo y una de las maneras en las que te lo demuestra es al limpiarte y purificarte.

A Dios le importas demasiado como para dejarte como estás.

Él quiere despojarte de todo aquello que te aparta de Él, de todo aquello que entristece al Espíritu que quiere morar en ti. Quiere usar tu vida, quiere que seas libre para disfrutar de Su presencia y libre para vivir en Sus propósitos.

Si yo no amara a mis hijos, créeme que no los corregiría, no me importaría que siguieran con malos hábitos, con actitudes que no están bien, los dejaría con esas conductas que sé que el día de mañana les traerán dolor y problemas. Pero como los amo, como me importan, los corrijo.

Así es con Dios: el amor que nos tiene nos lleva a pasar por un proceso de limpieza y purificación, y muchas veces son las pruebas el instrumento que Él utiliza para hacerlo.

Así como el fuego purifica el oro, tus pruebas tienen el propósito de refinar tu fe, de limpiar tu vida y de llevarte a darte cuenta de la condición de tu corazón y, al hacerlo, que puedas conocer más el corazón de Dios y, por ende, desarrollar una confianza más profunda en Él.

Cuando sientas que no puedas más vuelve a recordar:

Esta prueba no es para destrucción, es para bendición.

Recuerda ver tu prueba como Dios haciéndote pasar por ese proceso de purificación, de extracción de imperfecciones, de preparación para poder hacer de tu vida y de tu carácter algo con aún más valor.

Si buscas a Dios en medio de tu prueba, saldrás de ella con más sabiduría, más resiliencia, más paciencia, más experiencia y con una relación de dependencia total hacia Dios.

Déjate purificar por Dios, no desistas, no te salgas del fuego antes del tiempo.

El proceso no es agradable, lo sé, pero el resultado será una vida preparada, probada y refinada para poder ser de bendición para muchos más.

El día de mañana veremos juntos cómo esta prueba será usada por Dios para la bendición de otros.