Amiga Biblia - Comentario Devocional – I PedroMuestra

TEXTO BÍBLICO

La piedra viva y el pueblo escogido

1 Pedro 2:4-10

“4 Cristo es la piedra viva, desechada por los seres humanos, pero escogida y preciosa ante Dios. Al acercarse a él, 5 también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo. 6 Así dice la Escritura: «Miren, yo pongo en Sión una piedra angular escogida y preciosa, y el que confíe en ella no será jamás defraudado». 7 Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa; pero para los incrédulos, «la piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular», 8 y también: «una piedra de tropiezo y una roca que hace caer». Tropiezan al desobedecer la palabra, para lo cual estaban destinados. 9 Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido" (NVI).

ENTENDIENDO EL TEXTO

V.4 Así como Pedro dijo que la Palabra es viva, también dice que Jesús es la piedra viva. Veamos esto con más profundidad:

En esa época, las piedras se usaban para la construcción. La piedra "angular" era la base principal de una edificación. Pedro explica que "esta piedra" mencionada desde el Antiguo Testamento es el mismo Jesús. Esta piedra, que es Jesús, fue rechazada por los hombres y Él fue crucificado, pero Dios lo hizo precioso.

V.5 Nosotros, que creemos en Jesús, también estamos siendo usados en la construcción de una “casa espiritual”.

¿Recuerdas que en el Evangelio de Juan, Jesús usaba ejemplos físicos, como parábolas, para explicar cosas espirituales? Aquí Pedro hace lo mismo. Jesús es la piedra principal, el fundamento, y nosotros somos las piedras que van siendo colocadas para que la construcción crezca.

Pedro también menciona el sacerdocio. En el Antiguo Testamento, el sacerdote era un intermediario: oraba a Dios por las personas, ofrecía sacrificios por los pecados y enseñaba la Palabra. Hoy, Jesús es nuestro sacerdote, Él es el único intermediario, como dice Pablo en 1 Timoteo 2:5:

"Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (NVI).

Jesús también es el único camino que nos lleva a Dios, como Él mismo dijo en Juan 14:6:

"—Yo soy el camino, la verdad y la vida —contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí" (NVI).

Por eso, hoy somos llamados a proclamar las verdades de Dios a otras personas.

V.6 Este versículo es del Antiguo Testamento, está en Isaías 28:16, y Pedro lo usa aquí para explicar que esta piedra es Jesús (Romanos 10:11).

Y más aún: «Todo el que confíe en él no será defraudado» (NVI).

¡Qué hermoso!

V.7-8 Para nosotros, que creemos y confiamos, Jesús es precioso.

Pero para quienes no creen, será como una piedra que los hará tropezar y caer.

Aquí vemos un contraste:

Quien confía no será defraudado. Quien no cree tropezará y caerá.

¡Que nosotras seamos de aquellas que confían!

V.9-10 ¡Amo estos dos versículos!

¿Quién soy yo? ¿Quién eres tú?

Somos tan pequeños… pero Dios nos ama y nos llama.

Él nos ha elegido para:

Ser linaje escogido: Antes no éramos nada, pero ahora somos llamados por Dios para ser su pueblo.

Real sacerdocio: Somos portadores del mensaje de salvación y debemos anunciarlo a otros.

Nación santa: Debemos recordar que los judíos, hebreos o israelitas eran el pueblo escogido desde Abraham. Pero a través de Jesús, todos, incluso aquellos que no son judíos, pueden convertirse en hijos de Dios por la fe y formar parte de este pueblo santo.

¿Entiendes la profundidad de esto?

¡Es hermoso! Pueblo que pertenece a Dios: Cuando escucho esto, imagino a Dios como un Padre amoroso, abrazándome con ternura y diciéndome: "¡Hija, tú eres mía!"

Pero, ¿para qué fuimos escogidos e incluidos en su pueblo?

El texto responde:

Para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

¿Lo entiendes? Dios nos escogió, nos llamó, nos hizo sus hijos para que llevemos este mensaje a otros, para que otras personas también sean llamadas, se conviertan en hijos de Dios y compartan esta verdad con más personas.

¡Qué hermoso! Antes, no éramos nada, pero ahora somos "pueblo de Dios".

Estábamos perdidos en nuestros pecados, pero ahora hemos recibido misericordia.

Yo no lo merezco… ¿Cómo puede amarme así, Dios?

Me gusta mucho una canción de Gabriel Guedes llamada "Me leva pra casa" (Llévame a casa). La letra comienza diciendo:

“Como pode me amar, Deus?” (¿Cómo puedes amarme, Dios?)

Si tienes la oportunidad, escúchala.

PAUSA PARA MEDITAR

Y tú, ¿cómo te sientes al saber que Dios te ha llamado para ser parte de Su familia?

Recuerda que nuestra misión también es hablar de nuestro Padre a otras personas, para que ellas también puedan experimentar la misma alegría que nosotros sentimos al ser parte de la Familia de Dios.