Mi identidad en JesúsMuestra

Le perteneces a Dios

Vivimos en una cultura que dice: “Tu vida es tuya, haz lo que quieras”. Pero la verdad es que tu vida tiene un dueño: Dios mismo. Y no es un dueño abusivo, sino un Padre amoroso que te creó y luego te compró con precio de sangre.

Eso significa que ya no tienes que cargar sola con la responsabilidad de controlar todo. Pertenecerle a Él es vivir segura, bajo cuidado y propósito.

No eres dueña de ti misma, y eso es lo mejor que te puede pasar.

Oración:
Señor, gracias porque soy tuya. Ayúdame a vivir cada día para honrarte.

En el nombre de Jesús, amén.