Se Termina ConmigoMuestra

Libertad en la cruz

La mayor declaración de «conmigo termina» la pronunció Jesús en la cruz: «Consumado es». Con esas palabras, el poder del pecado y la muerte fue vencido para siempre. Lo que nos mantenía esclavizados llegó a su fin. Ya no vivimos bajo culpa y condenación: la cruz marcó el inicio de nuestra libertad.

El sacrificio de Jesús fue suficiente, una vez y para siempre. El velo que nos separaba de Dios fue rasgado, abriendo un camino directo a su presencia. No vivimos intentando ganarnos su favor; somos aceptados por gracia.

La cruz también venció el temor a la muerte y nos aseguró vida eterna. Esa victoria es nuestra herencia. Hoy podemos vivir en la libertad que Jesús nos compró con su sangre, disfrutando vida abundante y victoria sobre todo lo que nos oprime.

Reflexión:

• ¿De qué culpa o condenación necesito liberarme hoy?
• ¿Cómo puedo vivir confiado en el acceso directo a Dios que Jesús me dio?

Oración:
Señor, gracias por la libertad que Jesús ganó para mí en la cruz. Ayúdame a vivir sin culpa, sabiendo que en ti encuentro amor y paz. En el nombre de Jesús, amén.