El Susurro Que TransformaMuestra

No es hacer por hacer. Es obedecer.

Hoy en día parece que mientras más haces, más valor tienes.

Pero en el Reino, no se trata de hacer por hacer.

Dios no busca performance, ni seguidores, ni aplausos.

¡Él usó un burro para hablar! Y también puede usarte a ti.

Puedes tener millones escuchándote, pero si lo haces sin Él, no sirve de nada.

Lo que Él quiere es obediencia. Que camines con Él. Que des fruto que permanezca.

Fruto que nazca del amor, no del ego.

De la intimidad, no del ruido.

Aplicación:

Haz una revisión interna:

¿Estoy sirviendo desde la conexión con Dios o desde la presión de producir?

¿Estoy caminando en obediencia o corriendo sin dirección?

Oración:

Señor, recuérdame que lo más importante no es hacer mucho, sino estar contigo.

Ayúdame a dar fruto que te glorifique. Que mi vida no sea un show, sino un testimonio. Amén.