La Iglesia en Movimiento: Manifiesta Lo Eterno en La TierraMuestra

Cuando la Iglesia se Levanta, el Cielo se Mueve

La Iglesia no es un edificio. Tampoco es un programa. Es un cuerpo vivo, con una misión clara y una identidad poderosa. Hechos 1 nos muestra que lo que Jesús comenzó a hacer en la tierra, lo continúa ahora a través de nosotros, Su Iglesia. Y eso debería sacudirnos.

No fuimos salvados para quedarnos quietos, sino para movilizarnos con propósito. La Iglesia es el cuerpo de Cristo en la tierra (Efesios 1:23), y eso significa que lo que Él hacía en carne, hoy lo quiere hacer a través de ti y de mí. ¿Cómo? Siendo luz en medio de la oscuridad (Isaías 60), y sal en un mundo sin sabor (Mateo 5:13).

Pero algo pasó en este tiempo. Muchos se llenaron de información, de revelación, de enseñanzas profundas, pero se quedaron quietos. Se volvieron consumidores de “pan”, sin convertirse en casa del pan. Conocen mucho… pero no están manifestando nada. Es como si la Iglesia se hubiera quedado en Éfrata, cuando el llamado es a avanzar a Belén: de recibir alimento, a convertirse en alimento para otros.

Jesús nos dijo que haríamos las mismas obras que Él hizo… y aún mayores (Juan 14:12). Pero eso no pasa si no nos movemos. La Iglesia en movimiento activa el cielo sobre la tierra. La Iglesia en movimiento expresa lo eterno en lo cotidiano.

Y sí, muchas veces nos sentimos pequeños. Pero recuerda esto: todos los movimientos poderosos de Dios nacieron en lo oculto. Jesús nació en un establo. Juan predicó en el desierto. La Iglesia de Hechos comenzó en un cuarto de oración. Lo que hoy ves pequeño, mañana puede ser viral si es guiado por el Espíritu.

El mundo necesita ver una Iglesia que no solo predique, sino que manifieste al Rey. No con programas vacíos ni estilos copiados del mundo, sino con el diseño celestial encarnado en cada casa, ciudad y nación.

Oración

Jesús, no quiero ser parte de una Iglesia estancada. Despierta en mí el fuego de tu misión. Que mi vida, junto a otros, sea un movimiento que haga visible tu Reino. Amén.

Acción del día

Reflexiona: ¿Estás más enfocado en “consumir” o en “manifestar”?
Escribe una oración donde le pidas a Dios que te mueva del conocimiento a la acción.
Compártela con alguien de confianza y pídele que te acompañe en este proceso.