Fe Que Se MueveMuestra

El rostro que revela el corazón

"(...) como yo no había estado antes triste en su presencia. Me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? (…)" (Nehemías 2:1-2 RVR1960).

Lo que llevas dentro termina reflejándose en tu rostro. El verdadero llamado no se puede esconder.

Nehemías, tras 4 meses de oración y carga interior, ya no puede disimular su tristeza. Aunque era peligroso estar triste ante el rey (podía costarle la vida), su dolor por Jerusalén lo desborda.

Esto nos muestra que cuando Dios pone una carga en nuestro corazón, llega un momento en que no podemos seguir ocultándola. La fe auténtica impacta incluso nuestro lenguaje no verbal. El rostro de Nehemías es un espejo de su alma comprometida.

La reacción del rey, lejos de ser de castigo, es de interés. Esto revela cómo Dios ya está trabajando en el entorno, inclinando el corazón del rey a favor de Nehemías. Cuando nuestros motivos son puros y hemos orado, Él va delante de nosotros.

Aquí comienza el tránsito entre el sentir y el actuar. Nehemías no fuerza las circunstancias, pero tampoco las ignora. Espera el momento divino… y ese momento ha llegado.

¿Qué emoción o carga espiritual estás tratando de ocultar que en realidad es el inicio de tu llamado?