Un Servicio De Devoción ApasionadaMuestra

Día 1: "¿Me amas? Entonces apacienta"

Cristo nos enseña que una de las maneras más genuinas de demostrarle nuestro amor no es sólo con palabras, sino con acción. En Juan 21:15-17, después de resucitar, Jesús se dirige a Pedro y le pregunta repetidamente: ¿Me amas? Y cada vez que Pedro responde afirmativamente, Jesús le encomienda una tarea: Apacienta mis ovejas.
Este llamado no fue sólo para Pedro, sino para todos aquellos que amamos al Señor. “Apacentar” significa cuidar, proteger, guiar y alimentar al rebaño de Dios. Implica atender tanto las necesidades físicas como espirituales de las personas: alimentar espiritualmente a otros a través de la enseñanza de la Palabra, orientarles en la fe, consolar a los afligidos, buscar a los que se han extraviado, cuidar a los vulnerables y sanar con compasión a los heridos.

Este mandato no se cumple únicamente desde un púlpito. Jesús no está buscando líderes autoritarios, sino siervos comprometidos. No se trata de posiciones, sino de disposición. La iglesia necesita hombres y mujeres que sirvan con humildad, usando los dones y talentos que Dios les ha dado para edificar al cuerpo de Cristo.

Tómate un momento y cierra los ojos. Piensa en las necesidades reales de quienes te rodean:

• Niños y jóvenes afectados por el divorcio de sus padres.
• Familias divididas por resentimientos y heridas no sanadas.
• Personas luchando con ansiedad, depresión, estrés y enfermedades emocionales.
• Vidas marcadas por el dolor, el abandono o la soledad.

¿Te duele?

A Jesús también le dolía. La Biblia nos relata que, al ver Jerusalén, Jesús lloró y exclamó: ¡Si tan solo comprendieras lo que te puede traer paz! (Lucas 19:42). Él es esa paz. Cristo es la única fuente de verdadero gozo, sanidad y plenitud.
Y lo más impactante es que Él nos ha dado el privilegio de presentar esa paz a los corazones sedientos. Lo hacemos cada vez que servimos con amor, cada vez que ayudamos a otro, cada vez que dedicamos tiempo, recursos o palabras para levantar al caído.
No desaproveches esa oportunidad. Servir no es una obligación; es una expresión de amor profundo por Jesús. Si le amas, apacienta sus ovejas.

Oración:

Señor Jesús, quiero demostrarte mi amor a través del servicio. Te agradezco por darme la oportunidad de ser tu siervo. Sé que no tengo todas las capacidades, pero confío en que Tú puedes usar y transformar a personas imperfectas como yo. Te pido, Señor, que me guíes, que abras puertas y caminos, y que me lleves siempre hacia donde Tú quieras. Amén.