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Texto bíblico Reina-Valera 1960® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Derechos renovados 1988, Sociedades Bíblicas Unidas.

Biblia Reina Valera 1960

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 <div class="chapter ch6" data-usfm="2CH.6.12+2CH.6.13+2CH.6.14+2CH.6.15+2CH.6.16+2CH.6.17+2CH.6.18+2CH.6.19+2CH.6.20+2CH.6.21+2CH.6.22+2CH.6.23+2CH.6.24+2CH.6.25+2CH.6.26+2CH.6.27+2CH.6.28+2CH.6.29+2CH.6.30+2CH.6.31+2CH.6.32+2CH.6.33+2CH.6.34+2CH.6.35+2CH.6.36+2CH.6.37+2CH.6.38+2CH.6.39+2CH.6.40+2CH.6.41+2CH.6.42">
 <div class="p">12Se puso luego Salom&#243;n delante del altar de Jehov&#225;, en presencia de toda la congregaci&#243;n de Israel, y extendi&#243; sus manos. 13Porque Salom&#243;n hab&#237;a hecho un estrado de bronce de cinco codos de largo, de cinco codos de ancho y de altura de tres codos, y lo hab&#237;a puesto en medio del atrio; y se puso sobre &#233;l, se arrodill&#243; delante de toda la congregaci&#243;n de Israel, y extendi&#243; sus manos al cielo, y dijo: 14Jehov&#225; Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti en el cielo ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti de todo su coraz&#243;n; 15que has guardado a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; t&#250; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como se ve en este d&#237;a. 16Ahora, pues, Jehov&#225; Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltar&#225; de ti var&#243;n delante de m&#237;, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como t&#250; has andado delante de m&#237;.#1 R. 2.4. 17Ahora, pues, oh Jehov&#225; Dios de Israel, c&#250;mplase tu palabra que dijiste a tu siervo David.</div><div class="p"> 18Mas &#191;es verdad que Dios habitar&#225; con el hombre en la tierra? He aqu&#237;, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener; &#191;cu&#225;nto menos esta casa que he edificado?#2 Cr. 2.6. 19Mas t&#250; mirar&#225;s a la oraci&#243;n de tu siervo, y a su ruego, oh Jehov&#225; Dios m&#237;o, para o&#237;r el clamor y la oraci&#243;n con que tu siervo ora delante de ti. 20Que tus ojos est&#233;n abiertos sobre esta casa de d&#237;a y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estar&#225; all&#237;;#Dt. 12.11. que oigas la oraci&#243;n con que tu siervo ora en este lugar. 21Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oraci&#243;n, que t&#250; oir&#225;s desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.</div><div class="p"> 22Si alguno pecare contra su pr&#243;jimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar ante tu altar en esta casa, 23t&#250; oir&#225;s desde los cielos, y actuar&#225;s, y juzgar&#225;s a tus siervos, dando la paga al imp&#237;o, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia.</div><div class="p"> 24Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa, 25t&#250; oir&#225;s desde los cielos, y perdonar&#225;s el pecado de tu pueblo Israel, y les har&#225;s volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.</div><div class="p"> 26Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, 27t&#250; los oir&#225;s en los cielos, y perdonar&#225;s el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les ense&#241;ar&#225;s el buen camino para que anden en &#233;l, y dar&#225;s lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo.</div><div class="p"> 28Si hubiere hambre en la tierra, o si hubiere pestilencia, si hubiere tizoncillo o a&#241;ublo, langosta o pulg&#243;n; o si los sitiaren sus enemigos en la tierra en donde moren; cualquiera plaga o enfermedad que sea; 29toda oraci&#243;n y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su coraz&#243;n, si extendiere sus manos hacia esta casa, 30t&#250; oir&#225;s desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y perdonar&#225;s, y dar&#225;s a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su coraz&#243;n; porque solo t&#250; conoces el coraz&#243;n de los hijos de los hombres; 31para que te teman y anden en tus caminos, todos los d&#237;as que vivieren sobre la faz de la tierra que t&#250; diste a nuestros padres.</div><div class="p"> 32Y tambi&#233;n al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran nombre y de tu mano poderosa, y de tu brazo extendido, si viniere y orare hacia esta casa, 33t&#250; oir&#225;s desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y har&#225;s conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman as&#237; como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.</div><div class="p"> 34Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que t&#250; les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que t&#250; elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre, 35t&#250; oir&#225;s desde los cielos su oraci&#243;n y su ruego, y amparar&#225;s su causa.</div><div class="p"> 36Si pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca, 37y ellos volvieren en s&#237; en la tierra donde fueren llevados cautivos; si se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, imp&#237;amente hemos hecho; 38si se convirtieren a ti de todo su coraz&#243;n y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que t&#250; diste a sus padres, hacia la ciudad que t&#250; elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre; 39t&#250; oir&#225;s desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oraci&#243;n y su ruego, y amparar&#225;s su causa, y perdonar&#225;s a tu pueblo que pec&#243; contra ti. 40Ahora, pues, oh Dios m&#237;o, te ruego que est&#233;n abiertos tus ojos y atentos tus o&#237;dos a la oraci&#243;n en este lugar. 41Oh Jehov&#225; Dios, lev&#225;ntate ahora para habitar en tu reposo, t&#250; y el arca de tu poder; oh Jehov&#225; Dios, sean vestidos de salvaci&#243;n tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad. 42Jehov&#225; Dios, no rechaces a tu ungido; acu&#233;rdate de tus misericordias para con David tu siervo.#Sal. 132.8-10.</div>
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Mi Camino con Dios Parte 2Muestra

Escrituras

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