Ser Padres HoyMuestra

Ser padre o madre hoy es un reto mayor que nunca. En una época donde los valores se diluyen, las ideologías se multiplican y la tecnología inunda los hogares, la tarea de criar hijos conforme a los principios de Dios puede parecer abrumadora. El mundo nos dice una cosa, la cultura enseña otra, y la presión de hacerlo “bien” puede llegar a paralizarnos.

Pero la paternidad, más que un rol biológico o social, es un llamado sagrado. Es una asignación divina que Dios entrega a los padres como parte de Su plan para formar generaciones que le amen, le conozcan y le sirvan. En medio del ruido del mundo, la Palabra de Dios sigue siendo la guía más confiable para criar hijos con propósito, identidad y fe firme.

En este primer día, reflexionaremos sobre qué significa verdaderamente ser padres conforme al corazón de Dios, cómo cambia eso frente a la cultura contemporánea, y cómo podemos abrazar este llamado con fe y esperanza.

La paternidad no es solo una función, es un ministerio

Cuando pensamos en ministerio, usualmente lo asociamos con pastores, evangelistas o líderes de iglesia. Pero la Biblia deja claro que el primer campo misionero es el hogar, y los primeros discípulos que debemos formar son nuestros hijos.

En Deuteronomio 6, Dios no le habló solo a sacerdotes o líderes. Habló a todo el pueblo: Estas palabras… las repetirás a tus hijos. La educación espiritual de los hijos no es responsabilidad primaria de la iglesia, ni de la escuela, ni de los abuelos. Es una misión dada directamente a los padres.

Por eso, ser padre es mucho más que proveer comida, techo y estudios. Es ser un formador de vidas, un modelador de carácter, un guía espiritual. Dios te ha confiado almas eternas para que las formes en Su camino.

Criar hijos hoy no es como antes pues enfrentamos multiples desafios. Desafíos que requieren de nososotros sabiduria para enfrentarlos:

• Relativismo moral: El mundo enseña que no hay verdad absoluta, que “cada quien tiene su verdad”. Pero la Biblia enseña que la Palabra de Dios es verdad (Juan 17:17).
• Hipersexualización y confusión de identidad: Desde temprana edad, los niños son expuestos a contenidos inadecuados y mensajes que distorsionan el diseño de Dios sobre el género y la sexualidad.
• Tecnología descontrolada: Las redes sociales, los videojuegos, y el acceso a internet pueden formar más la mente de nuestros hijos que los valores del hogar.
• Ausencia de límites y disciplina: En nombre del “amor” o el “respeto”, muchos padres han dejado de corregir. Pero la Biblia dice que el que ama a su hijo lo corrige a tiempo (Proverbios 13:24).

Estos desafíos no deben asustarnos, pero sí deben llevarnos a depender de Dios con más urgencia, a estar vigilantes, y a no ceder el corazón de nuestros hijos al mundo.

Reflexiona sobre cuál de estos desafíos afecta más a tu familia. Pide a Dios discernimiento para enfrentarlo con gracia y verdad.