El ADN Del Líder: Modelando a JesúsMuestra

Resurrección: Vivan el Reino aquí porque he resucitado (Liderando con Esperanza)

La resurrección de Jesús es mucho más que un evento del pasado: es la fuente inagotable de nuestra esperanza y el fundamento de nuestro liderazgo. En 1 Corintios 15:17, Pablo nos recuerda que, si Cristo no hubiera resucitado, nuestra fe sería inútil. Pero Él sí resucitó. Y eso lo cambia todo.

Jesús no sólo venció a la muerte, sino que también abrió una puerta eterna hacia una nueva forma de vivir. Al resucitar al hijo de la viuda de Naín, a la hija de Jairo y a Lázaro, anticipó algo más grande. Pero cuando Él mismo resucitó, dejó de ser una señal: se convirtió en la realidad definitiva. La vida del Reino ya no es una promesa lejana, sino una posibilidad presente.

Liderar con esperanza es creer que el Reino de Dios puede avanzar incluso en medio de ruinas. Es sostener la convicción de que, aunque lo que vemos parezca muerto, en Cristo puede resurgir. Es liderar con los ojos puestos en el final —la victoria de Jesús— y con los pies firmes en el presente.

Un líder que vive con esperanza no es ingenuo. Es consciente de que hay dolor, obstáculos, traiciones y pérdidas. Pero también sabe que la tumba está vacía. Y esa verdad le da el poder para seguir, para inspirar, para vivir lo eterno desde ahora. Porque conocer el final del camino es haber conocido al que venció en ese final.

• ¿Qué áreas de tu liderazgo necesitan ser resucitadas por la esperanza de Cristo?
• ¿Cómo puedes liderar hoy con la convicción de que el Reino ya está en marcha?
• ¿A quién puedes contagiarle esperanza solo con tu manera de vivir y liderar?

Oración: Señor Resucitado, te pido que me llenes de tu vida nueva. Abre mis ojos para ver que el Reino ya está entre nosotros. Que mi liderazgo sea un reflejo de tu victoria, una señal de tu poder y una puerta para que otros vean que en ti siempre hay más. En el de nombre Jesús, amén.