Desapego MaternalMuestra

Entregar a tus hijos a Dios es parte del desapego espiritual

Jesús fue llevado al templo a los 8 días de nacido, y siguiendo esa línea de ejemplo hoy en día podremos presenciar esta ceremonia en el cual en un acto de fe y compromiso los padres entregan públicamente a sus hijos al Señor.

Ana era una mujer estéril que clamaba desesperadamente por tener hijos, y en su clamor ella añadió una promesa: llevar a su pequeño a servir en el templo de Dios.

Entiendo la desesperación de Ana, y las promesas que hacemos cuando la desesperación es tal, pero admiro su determinación a dedicar a su hijo al Señor.

Su deseo no era un deseo netamente egoísta, su deseo era agradarle al Señor.

Me imagino verla disfrutar de cada mínimo detalle de su hijo, ningún día era común, no había lugar para la queja en su maternidad; sin duda Ana supo aprovechar los años más tiernos de su hijo. Y en medio de ese desbordante amor, Ana preparaba el corazón de su hijo para lo que sería el resto de su vida; servir en el templo.

Entregar nuestros hijos al Señor requiere valentía, y vivir nuestra maternidad para darle la gloria a Él como lo hizo Ana requiere esfuerzo.