Obtener la appAprendiendo a Vivir Con Sabiduría en Cada Estación De La VidaMuestra
Humildad ante el misterio (Eclesiastés 3:16-22)
No todo lo entenderé, pero sí puedo vivir con fe, integridad y confianza en tu justicia.
“Porque lo que sucede a los hijos de los hombres y lo que sucede a las bestias un mismo suceso es...” (v.19 RVR1960).
Este tramo nos confronta: la justicia humana falla, la muerte nos iguala, y el futuro es incierto. No suena muy esperanzador... pero aquí está la clave: humildad. Salomón nos invita a vivir conscientes de nuestra finitud y a no pretender jugar el papel de Dios.
¿Quién puede decir con certeza qué hay más allá? ¿Quién puede controlar el curso de la vida? Esta honestidad no es desesperanza, sino una forma de rendición. Nos libera del orgullo y nos invita a disfrutar lo que tenemos hoy, hacer el bien y confiar en el juicio final de Dios.
El sabio no escapa de las preguntas difíciles, pero tampoco pierde la fe. Aunque no lo comprendamos todo, sí podemos vivir con integridad y gratitud. Hay gozo en aceptar nuestros límites y dejar que Dios sea Dios, y que Él tenga el control.
Somos como velas encendidas en una neblina: no vemos lejos, pero la luz que llevamos basta para cada paso.
Oración:
Señor de toda justicia, ayúdame a soltar el deseo de controlar y comprenderlo todo. Enséñame a vivir este día con humildad, haciendo el bien y confiando en tu juicio perfecto. Amén.
Reflexión:
- ¿Qué tanto estás queriendo controlar lo que solo Dios puede manejar?
- ¿Puedes descansar en que Dios juzgará justamente, aunque tú no veas hoy esa justicia?
Acerca de este Plan
Eclesiastés 3:1-22 nos invita a vivir con sabiduría cada estación de la vida, confiar en el tiempo perfecto de Dios, y aceptar con humildad el misterio de su voluntad, hallando belleza, propósito y paz más allá de lo que comprendemos.
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