Lo Que El Enemigo Te RobóMuestra

¿Te acuerdas de lo que hizo Egipto en ese momento? Éxodo 1:22 dice: “Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida" (RVR1960).

¿Tú sabes lo que eso significa? No sé si has visto las noticias, pero hay países en Europa donde se habla de generaciones perdidas. Lo mismo pasó en Egipto: tiraron toda una generación al río, toda una generación de primogénitos fue lanzada al agua.

Los primogénitos, en aquella época, eran considerados la fuerza de la familia. Muchas veces eran los preferidos, y se les llamaba “mi fuerza”. Así que el enemigo, al atacar a los primogénitos, lo que estaba haciendo era atacar la fuerza de Israel.

Esto tuvo un gran impacto en el pueblo de Israel, porque llega un momento en que Dios está por enviar a Moisés a liberar a los hijos de Israel, un pueblo que había vivido durante años en esclavitud, bajo opresión, y al que le habían robado su fuerza.

¿Puedes identificarte con eso? ¿Cuántos padres no sufrimos porque, tal vez, nuestro primogénito ha sido lanzado al río del mundo? Quizás nuestros hijos han sido arrojados a un río de ideologías que los tienen confundidos, perdidos, desesperados con la vida misma.

Creo que yo me puedo identificar con eso. Y entonces me doy cuenta de que Dios ha oído mi clamor, Él ha visto mi aflicción —y también la tuya—, que ha visto las lágrimas que has derramado por tu fuerza, porque sientes que la has perdido.

Y llega Moisés con toda esta gran revelación. Una de las preguntas que Moisés le hace a Dios es: “Me van a preguntar cómo se llama Dios. ¿Cuál es su nombre?”. Esto es muy importante, porque la Biblia nos enseña que el nombre de Dios está vinculado a su carácter. Por eso, en diferentes momentos lo vemos con distintos nombres: Yahvé, Adonai, Elohim, Shaddai…

Varios nombres, revelados en distintos contextos de la vida. Los nombres de Dios no aparecen en una lista ordenada en la Biblia. No es que Dios le haya dicho a Moisés: “Anota mi lista de nombres". Lo que sucede es que, en cada momento en que el pueblo atravesaba una situación difícil, Dios revelaba un nombre diferente. Y entre más caminamos con Él, más lo vamos conociendo, y su nombre se revela en nuestra vida.

Recuerdo que una vez, hablando con Chiqui Polo —cuya historia es bastante interesante, ella decía: “Nunca conocerás al Señor como tu Sanador a menos que estés enfermo. Nunca conocerás al Padre como tu Proveedor, a menos que pases por escasez".

Y es en esos momentos reales de la vida donde el nombre de Dios se hace evidente, donde su carácter se revela, y donde su presencia se vuelve real para nosotros.