Soñé Que Volvía a La Escuela / Hacía Un ExamenMuestra

Día 2 - La escuela de Dios: la educación a través de las pruebas
Cuando Dios nos hace pasar por tiempos de prueba o nos coloca en una temporada de pruebas, nunca es para destruirnos, sino para formarnos. Soñar que nos presentamos a un examen o que volvemos a la escuela puede reflejar un período de educación espiritual que Dios está poniendo en marcha en nuestras vidas. Forma parte de su amoroso proceso de transformarnos en la imagen de Cristo.
El libro del Deuteronomio arroja luz sobre este tema. En él, Moisés habla del pueblo de Israel, que vagó durante cuarenta años por el desierto. Este tiempo no fue un castigo gratuito, sino una estación querida por Dios para formar a su pueblo, para sacar lo que había de profundo en su corazón y enseñarle a obedecerle. Moisés nos recuerda que durante todo este tiempo, Dios cuidó de ellos: sus vestidos no se desgastaron, sus pies no se hincharon. Dios estuvo con ellos en la prueba.
Es crucial comprender que Dios no necesitaba el desierto para saber lo que había en sus corazones. Él es omnisciente. Pero era Israel quien necesitaba descubrirse a sí mismo, enfrentarse a su propia realidad interior. La prueba actúa como un espejo: revela lo que realmente creemos, lo que llevamos dentro y lo que a veces ocultamos.
Este principio sigue siendo válido hoy en día. Cuando soñamos que hacemos un examen o que volvemos a la escuela, Dios puede estar mostrándonos que estamos entrando en una fase de revelación interior. Quiere llamar nuestra atención sobre nuestro propio corazón. Esta no es una época de logros o de cosecha, sino una época de transformación. Es una escuela de Dios, en la que Él nos forma para el futuro.
Este proceso no es un castigo. Al contrario, la disciplina divina es una prueba del amor de Dios. El autor de la epístola a los Hebreos lo dice claramente: "Al que ama el Señor, lo disciplina". Dios no es un Padre que corrige para aplastar. Él educa para preparar. Y cada sueño que evoca una prueba, un juicio o un aprendizaje puede entenderse como una indicación de que Dios nos está preparando para una nueva temporada. Nos está moldeando, refinando nuestra fe, purificando nuestros motivos.
Nada de lo que Dios hace en nuestras vidas es en vano. Cada momento educativo, cada temporada de desierto, cada sueño de examen contiene una invitación a crecer en obediencia, fe y amor. Dios nos moldea para que demos fruto a su debido tiempo. Aceptemos sus manos de alfarero en nuestras vidas.
Acerca de este Plan

¿Por qué soñamos que volvemos a la escuela o que hacemos un examen? Estos sueños, frecuentes y a menudo significativos, plantean verdaderos interrogantes espirituales. ¿Son una advertencia, una llamada, una revelación? En estos tres capítulos, descubre cómo Dios puede utilizar estas imágenes nocturnas para moldearte, prepararte y transformarte. Una lectura esencial para discernir la estación espiritual en la que te encuentras.
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Nos gustaría agradecer a Jérémy Pothin por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: www.jeremypothin.com/pages/espanol