Venciendo Las TentacionesMuestra

¿Qué piensan las chicas de las tentaciones sexuales?

En una cultura tan libre, y cuando creces en un hogar disfuncional, donde las muestras de afecto son tan pocas por no decir nulas y las palabras de afirmación son escasas, el amor toma una definición muy vacía.

En mi caso así fue, con tan poca identidad y creyendo que tenía muy poco valor, estás dispuesto a hacer cualquier cosa por ganar un poco de afecto, y tener sexo con tu pareja por miedo a que te vaya a abandonar y recaer se vuelve común, sobre todo cuando para tus amigos y todos alrededor es normal.

Durante mucho tiempo me sentí usada, porque ciertamente ofrecía mi corazón, pero sentía que no podía negar mi cuerpo así lo deseara, en ocasiones lo disfrutaba, pero en la mayoría de los casos sentía que era lo único que les importaba a las personas que llegaban a mi vida. Eso, por supuesto, me lastimó mucho y me dejaba mucho más herida de lo que ya estaba, pensaba: “Pero si entregué todo, ¿por qué me abandona? ¿Por qué me dejan sola de nuevo?”; y la respuesta es simple: el amor no es sexo, el amor es respeto.

Pero no solamente de otra persona hacia ti, sino algo que debe salir de ti para ti. Por supuesto no fue hasta que conocí a Jesús que conocí mi valor, y eso me hizo entender que no necesito recurrir a mi cuerpo para que alguien me ame.

La fornicación abre puertas que dejan en tristeza, depresión y soledad, y sus raíces muchas veces parten del abandono que tiene sentido en tu vida. Pero Jesús puede sanar este vacío y mucho más, como a muchos fui rescatada de este pecado, y hoy vivo una vida plena donde entiendo que el sexo sí viene de Dios, pero se hizo para disfrutarlo dentro de un pacto y con alguien que realmente yo ame y respete.

Escrito por Lorena Parra.