Las 'Malas' Mamás de la Biblia: Cómo Dios sigue obrando en los peores momentosMuestra

Eva: Sin Madre, Madre de todos

De niña, planchaba las camisas de mi abuelo cuando mi abuela estaba demasiado débil para hacer muchas de sus tareas habituales. El vapor salía de la vieja plancha y yo alisaba el cuello.

La abuela me dijo: "Planchas como mi madre". De alguna manera, ¿plancho como mi bisabuela? Mamá debió de enseñarme cómo le había enseñado mi abuela, que era como le había enseñado mi bisabuela. Ya no plancho mucho, pero recuerdo cómo mi madre me enseñó a planchar camisas. Fue un momento muy dulce pensar en las cosas que me habían transmitido, aparte de la genética del color de mis ojos.

Todo lo que hacemos tiene las huellas de nuestras madres. Aun si nunca conocimos a nuestra madre, ella influye en lo que somos.

Eva fue la primera mujer, creada de la costilla de Adán, madre de todos. Al igual que mi bisabuela, Eva parece tan lejana -tan lejana- de lo que soy. Pero ella tiene todo que ver con lo que soy, con mi aspecto e incluso con mi relación con Dios.

Eva tuvo el honor de ser la primera mujer y, al mismo tiempo, cargó con la culpa de la caída de la humanidad. Y no tuvo una madre que la guiara en todo eso.

Eva tenía la vida perfecta y estaba casada con el hombre perfecto (aunque fuera el único hombre). Caminaba con Dios en el paraíso del jardín, viendo criaturas maravillosas y ayudando a su marido en un trabajo significativo. No podemos imaginar la belleza de la vida que disfrutaron.

Pero todo se vino abajo cuando le hizo caso a la serpiente y dudó de Dios, aunque sólo fuera un poquito. Comió el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal. De repente, fueron desterrados de su hogar en el jardín. Se acabaron los paseos nocturnos con Dios. El trabajo ahora requería ropa y se hizo difícil con espinas y cardos.

Eva experimentaría el primer parto, lleno de un dolor sin precedentes. Probablemente no tenía ni idea de lo que le esperaba y no tenía una madre que la aconsejara. Para la mayoría de nosotras, al menos, alguien nos advierte sobre los años de la infancia y la adolescencia. Eva no tuvo eso.

La maternidad de Eva debió de ser caótica y difícil, incluso con momentos de alegría. Pero sólo tenemos constancia de una rivalidad entre hermanos que causó el primer asesinato, un dolor más aplastante.

He visto a madres caóticas en el supermercado con niños salvajes tomando decisiones de crianza muy cuestionables... OK, era yo. Estaba en el supermercado con mis hijos pequeños haciendo todo mal como madre. ¡Todo!

Pero vengo de una larga línea de madres que hacen "todo" mal. Ciertamente no es un escenario nuevo para Dios que yo no sepa qué hacer como madre. No es nuevo para Él que no sólo estoy tomando malas decisiones, sino que estoy pecando contra mi santo Dios todos los días.

Pero Dios, las mejores palabras de la historia, ¡pero Dios envió a su Hijo, del linaje de la primera madre caótica, para redimir esos pecados!

Y entonces Él me toma en Sus brazos como mi Padre Celestial y enjuga cada lágrima y me lava blanca como la nieve. Le traigo mis palabras duras, y Él las aleja como lejos del oriente está el occidente (Salmo 103:12).

Reflexionemos:

1. ¿Qué significa en tu familia "una larga lista de madres que lo hacen todo mal" (véase Romanos 3:23)?
2. ¿Cómo aleja Dios nuestros pecados como lejos del oriente está el occidente? (Véase Romanos 5:8)

Por Laura Dye