Caminando Con El Espíritu SantoMuestra

¿Quién es el Espíritu Santo?

Esta semana vamos a hacer algo especial: vamos a caminar con el Espíritu Santo. Pero antes de hablar de eso, tenemos que empezar por lo más importante: conocer quién es.

El Espíritu Santo no es una fuerza, ni una energía. Es una persona.
Es Dios mismo habitando con nosotros: la tercera persona de la Trinidad, junto al Padre y al Hijo.

Jesús no nos dejó solos. Él prometió enviar al Consolador, y esa promesa sigue vigente hoy. Pero para poder relacionarnos con Él, recibir Su guía y ser transformados, tenemos que dejar de verlo como una cosa, y reconocerlo como alguien.

Uno de los atributos esenciales que confirman que el Espíritu Santo es una persona, es que puede entristecerse.

“No entristezcan al Espíritu Santo de Dios...” (Efesios 4:30 NTV).

Una fuerza no se entristece. Un símbolo no podría sentir una emoción. Pero el Espíritu sí. Porque siente, ama, y desea una relación con vos.

Él es tu compañero fiel. Te guía, te consuela, te habla, y te revela el corazón del Padre.
Y cuando lo conoces como persona, dejas de buscar sólo experiencias, y empiezas a vivir una relación real.

El Espíritu Santo es una persona: consuela, guía, habla, siente. No queremos saber “de Él”, queremos caminar con Él. Y todo empieza con reconocerlo como alguien real en nuestra vida.

Oración

Espíritu Santo, hoy reconozco que eres una persona. Eres mi guía, mi amigo. Quiero caminar contigo cada día. Ayúdame a escucharte, a conocerte, a amarte. Amén.