Un Legado Que Perdura: Mentoreo TransformacionalMuestra

Día 3: La importancia de escuchar y preguntar

Versículo principal:

“...Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19 RVR1960).

Reflexión:

Ayer profundizamos en la importancia del corazón sano del mentor. Hoy vamos un paso más allá: el poder transformacional de escuchar profundamente y hacer buenas preguntas. Escuchar es mucho más que permanecer en silencio; implica prestar atención genuina al corazón del otro.

Vivimos en una cultura saturada de ruido, donde todos quieren hablar y pocos escuchan realmente. Como mentores bíblicos, nuestro llamado es a ser diferentes. Necesitamos cultivar el arte espiritual de una escucha activa, paciente, con compasión y discernimiento. Cuando escuchas de ese modo, las personas se sienten valoradas y seguras. Pueden compartir sus luchas, sueños y dudas más sinceras. Escuchar es un acto poderoso de amor y respeto. A su vez, hacer preguntas sabias puede abrir puertas al autodescubrimiento y crecimiento espiritual.

Los años de experiencia nos enseñan que las preguntas correctas no vienen desde nuestro intelecto, sino desde una verdadera dependencia del Espíritu Santo. Cuando escuchamos primero a Dios, Él nos capacita para hacer preguntas que realmente importan, preguntas que llevan a otros a un crecimiento espiritual real y genuino.

Te desafío hoy a considerar cuidadosamente cómo escuchas y cómo haces preguntas. ¿Estás dando espacio real a otros para expresarse con libertad? ¿O estás llenando espacios con tus propias opiniones? Dios nos llama a escuchar primero, a hablar después.

Para crecer en esta habilidad, necesitamos práctica constante. Escuchar al Espíritu Santo primero nos prepara para escuchar a otros. Las preguntas que Él pone en nuestro corazón siempre apuntarán hacia una transformación genuina.

Practica hoy mismo el arte espiritual de escuchar activamente y hacer preguntas profundas. Verás cómo Dios comienza a usarte de maneras mucho más efectivas y transformacionales en tus relaciones de mentoreo.

Preguntas para reflexionar:

• ¿Qué tan bien estás escuchando a quienes acompañas espiritualmente?
• ¿Estás dependiendo del Espíritu Santo al hacer preguntas significativas?

Acción para hoy:

Escoge una conversación hoy en la que practicarás escuchar activamente y hacer preguntas guiadas por el Espíritu Santo.